Zack Snyder’s Justice League. Porqué es importante
El fenómeno fílmico del momento
En Vorágine nos gusta estar in y no podíamos irnos sin aprovechar, digo, sin aportar nuestra experta opinión en un tema que tiene tal trascendencia que prácticamente permea la totalidad de nuestro contexto socio-cultural. Nos referimos, por supuesto, a la Liga de la Justicia de Zack Snyder (o Snyder Cut para los amigos).
Esta simplemente es de la reedición de la película de Liga de la Justicia que ya se había estrenado por allá de 2017, con críticas mediocres que dejaron un sabor de boca amargo en los fans de DC, quienes se vieron obligados a soportar las burlas de sus rivales marvelitas, que se regodeaban ante el éxito imparable del Universo Cinematográfico de Marvel.
Fue así que para sorpresa de algunos, incredulidad de otros e indiferencia de la mayoría, el año pasado HBO anunció la versión extendida de dicho filme. Hasta aquí cualquiera pensaría que solo era una movida de este servicio de streaming para generar algo de ruido, y es verdad, pero entonces ¿Por qué muchas personas estuvieron hablando del asunto como si fuera la segunda llegada de Jesucristo? Bueno, pues si quieres saberlo ponte el cinturón de seguridad y prepárate para el largo, extraño, ridículo, imposible y surrealista viaje que es el Zack Snyder’s Justice League.
Man of Steel
Para estar en condiciones óptimas de escribir este artículo me di a la tarea de revisitar las dos obras previas de Snyder en el universo DC (sin contar Watchmen), y es que si bien no hay mucha consistencia con las otras películas periféricas, estas dos sí están directamente relacionadas con Justice League.
La primera de estas es Man of Steel, un reboot fílmico de Superman estrenado en 2011 y que también marcó el inició de este universo cinematográfico de DC, que evidentemente buscaba competir y cosechar un poco de ese dulce éxito que estaba teniendo Marvel con Avengers y compañía. Para eso contrataron a Zack Snyder, quien aún contaba con bastante crédito por sus anteriores éxitos como Dawn of the Dead y 300, esa perfecta adaptación del comic de Frank Miller. Y aunque Watchmen tenía sus detractores, también se consideraba un éxito en la carrera de este innovador director amante del slowmotion.
Y parece que Warner no sabía en lo que se metía al contratar a Snyder, pues la película del Hombre de Acero no salió como esperaban, ya que se trató de una historia de origen que traía de vuelta el mito del superhéroe de kripton, mostrándonos a un Superman reflexivo y en proceso de autodescubrimiento como un alienígena en tierra ajena, influenciado en partes iguales por las enseñanzas de su padre biológico Jor-El y su padre putativo Jonathan Kent. Proceso que se ve interrumpido por la llegada del General Zod, otro superviviente kriptoniano quien pretende revivir su planeta natal en la Tierra, destruyendo a los humanos en el proceso.
Y como supondrás, el sello estilístico clásico de Snyder está por todos lados, moviéndose la película en una línea muy delgada entre lo serio y lo ridículo. Además por momentos la narrativa es muy distendida y parece que estamos viendo dos películas. También existen algunas alusiones interesantes a temas como el colonialismo, la xenofobia y, cómo no, el cristianismo, una constante que seguiremos viendo con Snyder. En resumen, es una película con buena hechura cuyo pecado principal es ser francamente aburrida por momentos. Sin embargo, fue lo suficientemente aceptable para pensar que se podía construir un universo cinematográfico sólido alrededor de ella.
CALIFICACIÓN: 7.5, un inicio ríspido pero esperanzador
Batman v. Superman
La segunda película es la muy controversial Batman v. Superman, estrenada en 2014. Aquí veríamos el enfrentamiento entre El Caballero de la Noche y el Hombre de Acero, pero siendo sinceros, todos sentimos que se trataba de una confrontación acelerada en un universo fílmico que prácticamente acababa de arrancar. Y además se encontraba metida por ahí con calzador la Mujer Maravilla. Parecía que DC estaba corriendo para alcanzar a Marvel, que para ese momento se estaba consolidando como el multiproyecto fílmico más lucrativo de la historia.
Sea como fuere, Zack Snyder tomó nuevamente la batuta de director para hacer realidad este sueño nerdrotico y cuando finalmente se estrenó el resultado no fue lo que esperaban las masas. La historia giraba alrededor de un veterano Batman decidiendo que Superman era una amenaza para el mundo entero, después de presenciar de primera mano la masacre que significó la batalla con el General Zod, por lo que decide que la única alternativa es acabar con el héroe kriptonano. En medio de todo esto se nos muestran las maquinaciones de Lex Luthor, interpretado de manera desconcertante por Jesse Eisenberg, quien manipula a ambos héroes para su propio beneficio, culminando con el resurgimiento de Zod, ahora con la forma del monstruo imparable conocido como Doomsday, personaje que debutara en las páginas del comic que cambió la industria a principios de los noventas: La Muerte de Superman.
El público en general salió decepcionado de las salas de cine, pero en lo que hace al bajo mundo de los nerds, geeks y frikis las cosas fueron un poco más drásticas, pues se desató una guerra entre los pocos que defendían la película y los miles que la odiaron por su narrativa convulsa, referencias incomprensibles y por el gran pecado, un trauma tan terrible que hasta la fecha el fandom no ha sido capaz de superarlo: Ese momento en el que Batman y Superman se hacen cuates porque descubren que sus jefitas las dos se llaman Martha.
Siendo justos hay que mencionar que para su lanzamiento en cines la película había sido recortada por parte del estudio, generando enormes huecos argumentales que se aclararon gracias a la versión extendida que sería lanzada meses después para home video, y que resulta ser una versión muy superior y consistente, al grado de que esa versión es considerada por muchos, entre los que me incluyo, como una excelente película que pretende entregar algo diferente a lo que estábamos acostumbrados en el cine de superhéroes, con una trama más adulta y compleja que explora la psique de los personajes, además de que existe un tono de violencia que tiene sentido en el contexto de las cosas.
Esta interferencia del estudio fue apenas el parteaguas de lo que se avecinaba en el horizonte, pues para ese momento los ejecutivos Warner Bros. ya estaban hartos del estilo de Zack Snyder y lo único que querían era tener productos de consumo masivo que les redituaran millones de dólares en taquilla. La guerra por el futuro de todos apenas comenzaba.
Calificación. 8.0, la versión extendida, claro está.
Justice League, de Joss Whedon
Cuando comenzó la filmación de Justice League era claro que Warner quería un producto más convencional para las masas, por lo que desde el principio presionaron a Snyder para ir en esa dirección, lo que llevó a múltiples choques creativos, según declaraciones de algunos colaboradores cercanos.
Y aunque el director estaba firme en su decisión de mantener una temática oscura para su obra y esta estaba completada en un 70%, lamentablemente sucedió una gran tragedia, que fue el fallecimiento de Autumn Snyder, hija del cineasta quien se quitó su propia vida, por lo que entendiblemente Snyder se retiró del proyecto, el cual quedó en manos de los ejecutivos de Warner y DC Comics, que ahora tenían la oportunidad de oro de convetirla en un filme marvelizado. Y que mejor manera de hacerlo que contratando a Joss Whedon, director artífice de Avengers, la película que revolucionó el cine de superhéroes, convirtiéndolo en el fenómeno que conocemos hoy en día.
Así las cosas, Whedon se dedicó a reescribir el guión, recortar escenas y realizar nuevas grabaciones para completar su versión de Justice League, la cual vio la luz en noviembre de 2017, recibiendo críticas mixtas, por decir lo menos.
Esta película inicia con la escena de un par de niños interactuando con el ahora fallecido Superman. Después vemos a Batman investigar las apariciones de unos monstruitos llamados parademonios, convenciéndose muy rápidamente de que se aproxima una invasión de otro planeta, por lo que decide que debe formar un equipo de individuos con habilidades únicas para luchar contra esa amenaza. A partir de ahí vemos al murciélago reclutar a Wonder Woman, Flash, Aquaman y Cyborg, mientras que al mismo tiempo el ser extraterrestre llamado Steppenwolf llega a la Tierra con la intensión de recuperar las motherboxes, artefactos que al unirse tienen la capacidad de destruir el planeta entero y transformarlo en una versión infernal. Y pues francamente hay poco más que decir al respecto, ya que todo se desarrolla de la manera que cabría esperar, hasta llegar a un final edulcorado que no sorprendió a nadie.
Entre las muchas cosas que no le ayudan a la película se encuentra una gran carga de comedía que parece estar fuera de lugar y contrasta demasiado con el tono serio de los anteriores filmes. La fotografía también resulta perturbadoramente colorida, como si le hubieran subido la saturación al máximo. Los personajes tienen muy poca química entre ellos y su desarrollo es prácticamente nulo, particularmente para Cyborg y Aquaman. Además el villano es un muy olvidable personaje creado con puro CGI y que es más plano que una hoja de papel. Y para rematar, lo que el público no perdonó fue el bigote de Henry Cavill removido digitalmente de muy mala manera (Un asunto desproporcionadamente criticado pero que aun así pasará a la historia del cine por su infamia). A pesar de todos estos defectos, en su favor se podría decir que es muy entretenida y que en términos de hechura fílmica tiene calidad. El problema es que la narrativa que se siente apresurada y desenfocada.
Justice League recaudó un total de 657.9 millones de dólares, lo cual se considera un fracaso ante la enorme expectativa del filme y los más de 300 millones que costó, sin contar los gastos de publicidad, por lo que a fin de cuentas el estudió no solo no obtuvo ganancias, sino que terminó perdiendo dinero. Un desastre total.
Como era de esperarse, la película fue olvidada rápidamente por el público y Warner comenzó a plantearse una completa reingeniería del universo fílmico de DC que simplemente parecía no poder despegar. Sin embargo, dentro de la casi completa oscuridad que envolvía a nuestros justicieros, se asomaba una pequeña luz. Algo que no parecía ser más que la fantasía de unos cuantos geeks que unieron sus voces para pedir la liberación del corte original de la película, bajo un hashtag que de a poco fue resonando en redes sociales: #releasethesnydercut.
Calificación: 7.0, una película entretenida, pero sin identidad.
Justice League, de Zack Snyder
Cuando se anunció que el Snyder Cut de Justice League sería estrenado por HBO, se reveló que dicho corte no existía terminado como tal, sino que tendría que ser producido con un costo inicial de 40 millones de dólares pero que terminó siendo superior a los 70.
¿Pero cómo es que se dio esto si la propia Warner Bros. había declarado en múltiples ocasiones que nunca lo permitiría? Pues aquí entra en juego AT&T, el conglomerado de empresas multinacional que de forma más sutil que Disney ha ido acaparando una enorme cantidad de empresas de entretenimiento, entre las que se encuentran, cómo no, Warner Bros. y HBO. Así que resulta que fueron los patrones los que ante la insistencia de los fans vieron la oportunidad de posicionar la nueva plataforma de streaming de HBO con el lanzamiento del Snyder Cut, aunque fuera a regañadientes por parte de Warner.
La nueva versión de Justice League llegó después de una mesiánica campaña de publicidad al tono de Halellujah y terminó estrenándose con la alucinante duración de ¡4 horas con 2 minutos! El formato también cambió para presentarse de manera episódica, por lo que quien quisiera la podía ver como miniserie, aunque no fuimos pocos los obsesionados que nos aventamos toda la peli de una sentada.
No quiero verme demasiado aplaudidor, aunque debo reconocer que mi apreciación puede estar ligeramente viciada. No obstante, trataré de enfocar a mi yo objetivo para analizar el corte de Snyder en comparación con la versión de Joss Whedon, a la que ahora nos referiremos como Josstice League.
La estructura general de la historia es prácticamente la misma, pero lo cierto es que Zack Snyder’s Justice League es superior en todos los rubros: Si bien es muy larga, eso ayuda enormemente el desarrollo de personajes, que ahora tienen un origen y motivaciones con sentido. De esto se beneficia en particular Cyborg, quien pasa de ser un emo malhumorado a ser un personaje complejo y atormentado después de sufrir enormes tragedias familiares y aun así lograr recuperarse para convertirse un héroe hecho y derecho, al grado de poder decir que este personaje es ahora el corazón de la película. Y bueno hasta el villano Steppenwolf se vio beneficiado de este mayor desarrollo y de un rediseño total, que lo hace ser al mismo tiempo más temible y más empático con el espectador.
Owww y su carita cuando le dice Darkseid que no lo perdona
También hay que agregar la adición del malo más malote de DC, el villano intergaláctico Darkside. Otro cambio que se agradece es que ahora los miembros de la Liga interactúan entre ellos de manera más sensata, colaborando y apoyándose en momentos puntuales, a diferencia de la versión de Wheddon en la que se comportaban extremadamente hostiles entre ellos sin razón alguna y de manera infantil.
Y el mayor contraste con Wheedon es que mientras su versión fue torpemente editada para insertar comedia forzada que solo servía para ridiculizar a los propios personajes (en especial a Batman), la versión de Snyder tiene un tono profundamente solemne que al mismo tiempo sirve para dotar de mayor seriedad a la historia y para transmitir un mensaje de respeto al espectador, quien ahora ya no es tratado de forma condescendiente como si tuviera déficit de atención y necesitara ver un chiste cada 20 segundos. Snyder te hace sentir que este universo es tan importante para él como lo es para ti.
En su contra podemos decir que sí tiene una duración excesiva, la cual podría disminuir por lo menos media hora. Además tiene muchísimo de ese slow motion que le encanta a Snyder, aunque ese es un aspecto muy subjetivo, porque aunque muchos lo detestan también hay muchos que disfrutan el tono épico que brinda a las escenas. También se podría decir que la cinematografía es tan grandilocuente que por momentos raya en lo cursi.
No obstante lo anterior, es innegable que esta película es la mejor del universo DC y tiene ese espíritu de autor que es su mayor fortaleza. Se nota que Snyder le dio rienda suelta a su visión, tanto así que posiblemente esta sea una versión aún más excesiva que la que habríamos visto en cines si en su momento no se hubiera tenido que retirar.
Un fanboy de DC
Y bueno, si Snyder no se contuvo yo tampoco lo haré, por lo que ahora sí ya hablando como fan, puedo decir que esta película fue una experiencia que disfruté muchísimo por varios factores. Primero porque su calidad superó mis expectativas, que ya de por sí eran altas. Además, la metanarrativa es maravillosa, pues es una historia de éxito de los fans y un autor que comparten un amor real por estos personajes, en contraste con la visión típicamente corporativa y explotadora de Warner Bros. Como fans de DC y defensores de Man of Steel y Batman v. Superman siempre habíamos estado en el bando que recibía las burlas, pero Zack Snyder’s Justice League nos redime y redimensiona dichos filmes.
Hablando desde mi experiencia personal con el mundo de los superhéroes, puedo decir que esta inició con una temprana obsesión con Spiderman y los X-Men que eran lo más hot de los noventas. Pero mi opinión fue cambiando cuando crecí un poco más y comencé a apreciar las series animadas de Batman y Superman, así como cuando leí algunas de las mejores novelas gráficas de la historia como lo son The Killing Joke, Watchmen y Identity Crisis, cuyo tono más oscuro y dramático las diferenciaba de las aventuras de Marvel. Y pues como todo buen joven edgy me volví fan del Caballero de la Noche, aunque hoy en día siento un cariño más especial por el Hombre de Acero. Estos comics crearon la huella digital de DC, que se mantuvo aún después de New 52, Rebirth e Injustice. A fin de cuentas y aún con la nueva fama de Avengers, es innegable que la Liga de la Justicia es el equipo de superhéroes más icónico del mundo, y no es casualidad que sean la referencia obligada en series como Invinsible y The Boys.
Claro que la película no es perfecta, en realidad aún tiene muchas cosas de las que seguir riéndose, como esa escena poscréditos que es puro fanservice, el regreso del odiado Joker de Jared Leto y hasta las metáforas de Snyder para quien todo es Jesucrito ¡Pero maldición, así es como nos gusta!
Calificación: 9.0, Diosito escuchó nuestras plegarias.
Whedon: Otro villano hollywoodense
Ahora que ya expresé todo mi amor por la Zack Snyder’s Justice League, vale la pena mencionar algunos otros aspectos que han seguido sonando y son más serios que lo antes hablado.
El año pasado, el actor Ray Fisher, quien interpretó a Cyborg, emitió acusaciones en contra se Joss Whedon, a quien acusó de comportamientos racistas y de generar un ambiente tóxico durante los reshoots de la película. Estas acusaciones en su momento fueron investigadas por la Warner, y aunque Fisher tuvo un tímido apoyo por parte de Jason Momoa y Gal Gadot, la empresa terminó por ponerse del lado del cineasta y procedió a despedir a Fisher de la futura película de Flash.
Whedon es una mezcla entre Thanos y Darskseid
Pero ante el éxito arrasador del Snyder Cut se ha puesto nuevamente en entredicho a Whedon, pues el personaje de Fisher era el que más había sufrido a manos de este director, así como el completo recorte del personaje de Iris West, quien había sido interpretado por la actriz afrioamericana Kiersey Clemons.
Además ahora hay nuevos artistas que se han pronunciado en contra del comportamiento de Whedon en producciones anteriores, como el caso de Charisma Carpenter quien denunció haber sido maltratada por este y despedida de la exitosa serie Buffy the Vampire Slayer, por el simple hecho de haberse embarazado. Vamos, hasta la exesposa de Wheddon ahora se refiere a él como un falso feminista. Si a esto le sumamos el reciente bombazo que salió a la luz y según el cual Whedon habría amenazado con dañar la carrera de Gal Gadot si esta se atrevía a cuestionar cualquier decisión suya, estamos ante una avalancha que se le está viniendo encima a este director, quien parece estar destinado a convertirse en un paria de la industria.
Porqué es importante la Liga de la Justicia de Zack Snyder
Ya habiendo repasado esta larga historia del Zack Snyder’s Justice League queda claro que se trató de un suceso único en la historia del cine, pues algo que era imposible se cristalizó en un hecho inédito que ha unido en armonía al fandom y la crítica. Y aunque este nuevo empoderamiento del fan podría tener un efecto negativo, cabe resaltar que el movimiento #releasethesnydercut nunca fue violento, como actualmente no lo es el #restorethesnyderverse.
Nuestro profeta Snyder
Esta historia también sirve como enésimo ejemplo del porque muchas veces el fracaso de los proyectos se debe al manoseo de los ejecutivos que atan las manos de los artistas, y aunque no podemos discutir con el éxito de Marvel, también es cierto que muchos artistas se han quejado de la poca libertad creativa que tiene y de que sus películas son productos artificiales y perfectamente consumibles para el público masivo. Y aunque Justice League no es para nada cine de arte, lo cierto es que cuando uno ve la trilogía de Snyder es notorio que la trama apela más al adulto en nosotros que al niño que solo quiere una nueva atracción en el parque de diversiones, como atinadamente describió el venerable Martin Scorsese a las películas de Marvel.
¡Aleluya!
En conclusión, a Snyder lo amas o lo odias, y solo el tiempo (y el dinero) dirán si su universo continúa, pero si no es así yo me voy satisfecho con el triunfo que es Zack Snyder’s Justice League.
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