The Matrix: Resurrections. Metalenguaje y mucho hate
Adentrándonos en el agujero de conejo
En 1999 se estrenó The Matrix, la película de ciencia ficción dirigida por las hermanas Wachowski que tomó al mundo por sorpresa con su estética cyberpunk, personajes cautivadores, una trama profunda y filosófica, así como por sus efectos visuales que desafiaron todo lo antes visto.
Naturalmente, el público y la crítica se enamoraron de The Matrix, en particular por su concepto que consiste en cuestionar la realidad del mundo que nos rodea, plateando la posibilidad de que todo se trate de una simulación creada por máquinas que tienen esclavizada a la humanidad. Una idea que se consolida con la revolución digital del internet, los videojuegos, las redes sociales, las telecomunicaciones masivas, la realidad virtual y el desarrollo de la inteligencia artificial que vivimos en el siglo XXI.
Estos temas ya habían sido especulados desde tiempo atrás por autores como William Gibson y Philip K. Dick, así como en obras clásicas del anime como Akira y Ghost in the Shell, lo cual sirvió de inspiraron a las Wachowski.
Además de tocar cuestiones tecnológicas, The Matrix reflexiona sobre la noción de la existencia misma, algo que es materia de doctrinas religiosas y ha sido tema de estudio de muchos de los más destacados filósofos como Platón y Emanuel Kant, pasando por discusiones como la de la predestinación y el mesianismo.
En cuanto a los logros técnicos de la película, hay que mencionar la fantástica estética neo noir que nos recuerda a otras obras previas como Dark City, Strange Days y Alphaville, de nuevo, por mencionar solo algunas de sus influencias. Tampoco podemos dejar de lado las escenas de acción que mezclan kung fu con toda la espectacularidad del cine hollywoodense, utilizando técnicas nunca antes vistas que significaron toda una revolución en cuanto a lo que se puede lograr en pantalla, como el efecto bullet time, que hasta el día de hoy ha continuado siendo replicado, referenciado y hasta parodiado.
Y adentrarnos más en todas las influencias que formaron parte de la creación The Matrix es meternos en un agujero de conejo (guiño guiño) demasiado profundo. En resumen, se podría decir que The Matrix es un pastiche de ideas, conceptos y propuestas previas que fueron sintetizados de manera perfecta en una obra que apela por igual al gran público que a los críticos más doctos, que de paso creó un fandom de seguidores muy, pero muy, clavados.
The Matrix: Continuaciones
El éxito de The Matrix permitió que se continuara la saga con dos secuelas tituladas The Matrix: Reloaded y The Matrix: Revolutions, que profundizaron en la guerra contra las máquinas, la vida de la humanidad en la ciudad de Zion y la profecía del elegido. Ambas películas se filmaron simultáneamente y se estrenaron en el 2003 con solo meses de diferencia.
Estas producciones fueron aún más grandes que la original, contando con el regreso de todos los personajes de la saga y escenas aún más grandilocuentes. Sin embargo, la recepción por parte de la crítica y el público fue mixta en esta ocasión. Muchos argumentaron que la trama era excesivamente complicada de entender y la tacharon de pretenciosa por estar llena de frases filosóficas superficiales. También se quejaron de que las escenas de acción se habían vuelto excesivas, en particular en Revoluciones, que terminó siendo la más vapuleada de la trilogía.
La saga de Matrix se volvió divisiva a raíz de las secuelas, no obstante, los fanáticos leales supieron entender y valorar la riqueza narrativa de esta mitología moderna, como se demuestra con el éxito del proyecto multimedia de la saga que contó con videojuegos online, series animadas, comics y libros, que iban más allá de ser simples adaptaciones para traer historias complementarias, que si bien no siempre eran esenciales para comprender la trama de los filmes, sí servían para expandir su universo.
Después de esa época dorada, el universo de The Matrix había quedado consolidado como una de las franquicias fílmicas más importantes de la ciencia ficción. Si a eso le sumamos la abrupta popularidad que ganó Keanu Reeves a raíz de la trilogía de John Wick y el incesante interés de los estudios por hacer remakes y reboots de todo lo que haya sido relevante, no es de extrañar que Warner Bros. se empezara a frotar las manos ante la posibilidad de hacer nuevos filmes de la saga creada por las Wachowski.
La resurrección de la saga
Por supuesto que las hermanas Wachowski se negaron desde el principio a la idea de hacer una nueva película de The Matrix porque consideraban que la historia estaba concluida. Pero sabemos que a Hollywood le importa un bledo la integridad artística de una obra, por lo que después de años de insistir terminaron por decirles que la nueva película de Matrix iba a suceder, con o sin ellas.
Fue entonces que Lana Wachowski, tras la lamentable muerte de sus padres, acontecida unos meses antes, sintió que traer de vuelta a sus amados personajes de antaño podría servirle de catarsis emocional para lidiar con el duelo de su pérdida.
Y así fue que finalmente se dio el regreso de la saga con la película The Matrix: Resurrections, estrenada en diciembre de 2021, primero en cines y después por la plataforma de streaming de HBO. Su recepción ha sido mixta.
La historia comienza de una manera muy familiar para quien conoce la saga, siendo sumamente reminiscente de la original, lo que en principio no me agradó demasiado. Debo reconocer que empecé a verla con una alta dosis de escepticismo, propio de un fanático sobreprotector. Afortunadamente, en el segundo acto la película muestra el regreso triunfal de Neo y el estado del mundo años después de la conclusión de la guerra contra las máquinas.
Algo que aprecié demasiado es que se trata de un futuro en el que los logros en la trilogía original se respetan, en lugar de deshacerlos para regresarnos al punto de origen, lo que habría sido poco creativo y una bastardización de la obra, del tipo que vimos con la nueva trilogía de Star Wars o con cada nueva entrega de Terminator.
En cambio, lo que muy pronto se nota es que al ser una película de Lana Wachowski, esta mantiene una coherencia narrativa con los sucesos anteriores, con demasiadas referencias a estos, al grado de que si no los tienes más o menos frescos en la memoria, te va a ser difícil seguir todos los detalles de la trama. Esta es un arma de doble filo, porque por un lado estas alienando a los espectadores nuevos, pero por otro estás haciendo una película para los fans que siempre han apreciado la saga en su totalidad. A fin de cuentas, me parece acertado hacerlo así, porque se privilegia la cohesión de la historia en lugar de buscar el mayor número posible de traseros en las butacas.
La característica que salta más a la vista de Resurrections es lo metareferencial que es. Por momentos raya en el excesivo, pero a mi parecer nunca llega a romper la línea, logrando un equilibrio entre fan service y nuevas ideas que ahora pretenden llegar más a fondo a la noción de realidad del espectador. No se logra al cien por ciento pero se aprecia la intención.
En principio me había molestado que no estuvieran de vuelta Laurense Fishburn (uno de mis actores favoritos) ni Hugo Weaving, pero en términos de lógica narrativa tiene sentido su ausencia. Y aun así se las arreglan para traer de vuelta a sus personajes, que si bien tienen participaciones breves, son muy sustanciosas. En cuanto a los personajes nuevos, destaca por un lado Neil Patrick Harrys en un papel muy meta para los que somos fans de How I met your mother, pero quien roba cámara es Jessica Henwick como Bugs y hasta llegué a lamentar que no le dieran tanto tiempo en pantalla como merecía. Pero difícilmente podías quitárselo a Keanu, que era el plato fuerte.
Y hablando de Keanu, debo decir que su interpretación se queda algo corta. Y la verdad es que nunca ha sido muy buen actor, hay que aceptarlo, pero tiene carisma y el papel de Neo le había quedado como anillo al dedo. Lamentablemente, en Resurrections su actuación es monótona y llega a ser un poco desesperante. Pero bueno, es Keanu y se le perdona. ¡Lo que no se perdona es su diseño de vestuario! ¿¡Dónde están las gabardinas, el cuero y las gafas super cool del pasado!? Ahí sí un tache.
La última crítica que tengo tiene que ver con las escenas de acción que si bien son entretenidas, se sienten genéricas y poco arriesgadas, sobretodo en comparación con lo aventuradas y espectaculares que fueron muchas de la trilogía original.
¿Resurrections es malísima?
Habiendo dicho esto ¿Significan estas quejas que la película es un bodrio y debemos odiarla con todo nuestro ser? Por supuesto que no.
El contexto de la historia es más pequeño. Aquí no está en juego el universo entero. En cambio, la trama es arriesgada al hacer una crítica abierta a su propia existencia como mercancía, así como el cinismo y la simplicidad autocomplaciente de las masas. La respuesta a esto es el amor entre Neo y Trinity, que desde la primera película fue uno de los ejes principales, y se trata de un amor sincero y dulce, del tipo que incomoda a varios, sobretodo a los que detestan el romance bonito en sus películas de acción. Pero narrativamente funciona. Y habemos muchos a los que sí nos gusta.
Una vez que entiendes la propuesta y te dejas llevar por ella, y sobretodo si eres familiar con la trilogía, se vuelve un viaje muy disfrutable, entre nostálgico e intrigante. Y es que se siente familiar, pero sin ser una repetición. Si bien no todo funciona en The Matrix: Resurrections, ni va a ser una película que cambie el cine, lo que sí se nota el amor y reverencia de todos los involucrados en ella, algo que los verdaderos fanáticos deberían apreciar, más en una época de revivals fallidos. En resumen, es una continuación digna de la saga.
¡Ah y Trinity es un personaje genial! Es un gusto personal, pero me agradó mucho el push que le dieron, primero haciendo de ella un ser sometido, para después mostrarla revelándose y adquiriendo un poder espectacular. Algo que seguramente le causará escozor a aquellos que tengan tendencias misóginas.
The Matrix vs el Hate
Las reacciones en línea han sido radicales respecto a The Matrix: Resurrections, particularmente en Youtube, donde he podido notar una ingente cantidad de videos dedicados a esta cinta con títulos escandalosos como “la peor película de la saga” o “la decepción del año”.
Y al verlos me di cuenta de que la mayoría de las críticas que hacen se centran en aspectos que se explican en la propia trama. En realidad parece que confunden cosas que no les gustan de la película con problemas argumentales, que son cosas completamente distintas. Por ejemplo, alguien se puede quejar de la nueva apariencia del Agente Smith, pero eso es algo que se alude en la trama, por lo que a final de cuentas es una opinión completamente subjetiva.
Lo cierto es que muchos de estos videos o pseudo reviews son creados con un alto contenido de violencia para atraer clicks de espectadores morbosos, y su malicia es doblemente triste cuando lees comentarios llenos de odio contra la película por parte de usuarios que literalmente reconocen que ni siquiera la han visto. Lamentablemente, el odio vende.
Así que como último consejo: No compren odio. Puede ser que The Matrix: Resurrections no sea mejor que las películas anteriores, pero es no es importante ya que no están compitiendo entre ellas, sino añadiendo un nuevo capítulo que si bien es innecesario, resulta muy agradable, en especial para el fanático versado en la saga, como un servidor, que terminó la película con un muy buen sabor de boca.
1 Comentario
Elitania Rayón Espinoza · enero 14, 2022 a las 11:31 pm
Excelente articulo, felicidades