Las chicas que rescataron el garage

La escena musical comercial de nuestro país durante los años 90 estuvo dominada por el pop. Agrupaciones y solistas prefabricados e influenciados por nuestros vecinos del norte y sus Boys y Girls Bands con música romántica, cursi, pegajosa y repleta de coreografías saturaban la radio y la televisión nacional.

Sin embargo, si tenías arriba de 15 años o mejor aún, si eras mayor de edad y estabas cansado de escuchar “La calle de las sirenas” una y otra vez, la mejor forma de escapar de ello era poner atención a lo que se estaba gestando en el circuito “underground”, donde bandas de surf, garage, punk y metal se adueñaban de los espacios alternativos.

Girl Power!

Y es en esta escena donde un grupo de chicas con actitud, determinación y con ganas de probar que las mujeres no solamente pueden hacer música romántica, tomaron por asalto los pequeños bares y fiestas de la ciudad donde por unas chelas, su transporte y unos cuantos centavos se subían al escenario a demostrar que ellas sí saben rockear.

No todo es color de rosa

Como toda banda nueva que hace las cosas por amor y respeto a su arte, que no busca complacer ni quedar bien con nadie, Jenny Bombo, Ali Gua Gua, Jessy Bulbo, Tere Farfisa y Suzy Vox comenzaron a tocar por el simple gusto de dar a conocer su propuesta y mostrar sus talentos. Sin patrocinadores ni disqueras que las apoyarán su única carta de presentación era su música y los conectes que poco a poco fueron formando en el circuito de foros alternativos del momento.

Si bien los años 70 y 80 trajeron personalidades icónicas en la historia de la música como Patti Smith, Joan Jett, Janis Joplin y bandas como Heart, de las hermanas Wilson, que dejaron claro las capacidades y el alcance que tienen las mujeres tanto en un estudio de grabación como en un escenario y al frente de una banda, la realidad es que a nivel nacional no había antecedentes de un grupo de rock conformado exclusivamente por mujeres.

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— ultrasónicas (@LasUltrasonicas) September 16, 2011

Así como se enfrentaron a los pocos espacios y la poca difusión, tuvieron que plantar cara también al machismo de un público que en palabras de Jenny Bombo “no está acostumbrado a ver viejas arriba de un escenario ni aplaudirles”. Cambiar la mentalidad de la audiencia no fue tarea sencilla pero la calidad y la actitud terminaron por imponerse.

Terrosatánicas

Tras varios años de mantenerse únicamente en el circuito de escenarios alternos y fiestas, forjando su nombre, su sonido y ganando cada vez más reconocimiento, la recompensa llegaría y tendrían la oportunidad de grabar su primer material, y aprovechando al máximo lanzan Yo Fui una Adolescente Terrosatánica con 14 canciones y media hora de duración.

Un debut tal y como tenía que ser, sin guardarse nada, mostrando todas las cartas y generando la polémica necesaria para hacer ruido y llegar a más oídos. Una producción donde se notan inmediatamente las influencias que tenían del garage, surf, punk y el metal.

Mujeres en escena

El primer track es Monstruo Verde, la rola más garage y que se convertiría en una de las más famosas y emblemáticas de su repertorio, incluso formando parte del soundtrack de la película Perfume de Violetas. Con Ramona desde el título ya podemos sentir el punk, una rola que con los acordes y la letra hablando de chelas y del legendario CBGB nos dibuja a la chica punk a la que la prepa le valía y decidió volverse rockstar. En Dulce Hoja se puede notar un toque de Black Sabbath, guitarras pesadas con distorsión metal; la estructura de la voz y la armonía es como escuchar War Pigs.

Y así llegamos a otro de sus himnos y una de sus canciones más irreverentes y polémicas, Vente en mi boca; un intro de bajo que te recuerda a Summer Nights de la película Grease de inmediato es interrumpido por la caja de la batería y la guitarra con líneas entre surf y garage que te quitan la imagen de Dany y Sandy romanceando por la playa para volarte los oídos con una letra cargada de sexualidad y drogas que no puedes evitar querer bailar.

Casi al final hay un tributo a I Wanna be Your Dog de Iggy Pop, titulada Quiero ser tu perra, la cual se siente como un cover salvo la letra, y es que en esta ocasión ellas básicamente describieron a las ahora famosas Suggar Babies, así es, muy futuristas las Ultras.

El rock nació con ellas

Su segundo álbum Oh sí! Más… más!!! llegaría en 2002, ya convertidas en un trio (Jenny, Jessy y Ali), con solo ocho pistas y menos de 20 minutos llegarían más agresivas, más rockeras y más polémicas.

¡Oh sí, más, más!

Un disco que se siente más pesado que el anterior tanto lírica como musicalmente, pero que en temas de producción es más limpio y cuidado que su debut. Es de remarcar la evolución que tuvieron en el intermedio entre uno y otro. Más maduras y evolucionadas tanto en sus instrumentos como en la parte vocal, ya que si bien las voces no son precisamente su fuerte, el cambio de un disco a otro es notorio y aplaudible.

Abriendo con Adicto del Rock con la historia de alguien que lo único que necesita es conectar su lira al ampli para olvidar sus problemas y sobrellevar las críticas que llueven cuando te dedicas de tiempo completo al rock. El segundo track es otro de sus clásicos e imperdibles en su repertorio, Qué grosero, una canción que me recuerda mucho al sonido de The Cramps, con un riff que te hipnotiza, una batería que no deja que tengas los pies quietos y una letra que deja claro que las nenas como ellas no se toman a la ligera.

No quiero un novio es bastante agresiva, como buen punk, y es la historia de una ruptura amorosa y cómo es tomada por cada personaje, uno encontrando pareja demasiado pronto y el otro con ganas de no volver a encontrar a nadie. Descocada es un surf bastante suave con la voz de Jessy que la vuelve dulce y que te recuerda a una canción romántica de los 60 pero que contrasta con la lírica, que si bien tiene un tono acaramelado, realmente es bastante sexy y cuando llegas al final te encuentras con un par de piropos bastante coquetos.

Juventud Senil

Las Ultras también fueron víctimas de las diferencias, discusiones y rompimientos internos como cualquier banda, siendo Jessy la última integrante en dejar el barco para ser reemplazada por Roxxxy.

2007 fue un año en que la cultura Emo comenzaba a tomar fuerza y arrojaba sus primeras bandas, y también donde el Indie Rock cada vez era más escuchado y más comercializado, poniendo en duda qué tan “indies” eran. En medio de estos cambios llega Corazón Rocker, un disco con ADN rockero en cuanto a su sonido y letras llenas de rebeldía.

Dentro sus 11 pistas encontramos Necesito Acción, que es un llamado a salir de fiesta y por qué no también encontrar otro tipo de acción (If you know what I mean…), le sigue I’m Fucking Pregnant, una canción que se siente grunge con esos intervalos entre un ritmo pausado y uno a mayor velocidad, una letra irreverente que retrata lo que seguramente pasa por la cabeza de muchas chicas cuando por una u otra razón llegan a quedar embarazadas.

Vive cochino es un tributo al festival Vive Latino, rezando lo mejor y lo peor que vas a encontrar en sus ediciones, varias bandas pero todo bien caro.  Se rumora que esta canción provocó que dejaran de ser invitadas a este evento. El rock de la Pájara Peggy es un homenaje a ese icónico personaje del legendario programa La Carabina de Ambrosio, una rola con onda sesentera casi a go go.

Derribando estereotipos

Las Ultras son el reflejo de lo que un grupo de chicas puede lograr con una actitud netamente rockera y desenfadada a quienes lo que menos les importa es lucir bonitas y lo único que quieren para sentirse vivas es tocar y mostrar de lo que son capaces.

Abrieron la puerta a muchas más mujeres que querían tener su grupo o cantar, hecho que les ha valido ser consideradas como una banda de culto. Causaron comezón a un público acostumbrado a ver solo hombres en un escenario y generaron polémica con sus letras, gritando que ellas también pueden hacer lo que se les antoje cuando quieran, donde quieran y con quien quieran.

Su canción, Tema de las Ultras es básicamente la sinopsis del grupo:

“seres que no tienen que chupar, solamente que tocar, loco te vas a quedar, hijas de Frankenstein y de Satán”.

¿Así o más claro?

Por Adrián Martínez, encuéntrame en Instagram como adrits_mr.