La banda más serie B  de la historia

Hablar de The Cramps es hablar del grupo que trajo consigo el verdadero espíritu del rock and roll y que sin querer le dieron al Rockabilly un nuevo hijito llamado Psychobilly.

Una de las bandas más importantes y a la vez menos valoradas de la historia.

Inspirados musicalmente en el sonido del rock and roll de los 50, el rockabilly, el surf, el garage y visual y líricamente en películas de horror de serie B, el sexo, las excentricidades, los fetiches y toda la escena punk de la época. Es el tipo de banda que con solo verlos en fotos ya te puedes dar una idea de que lo que vas a escuchar, pero que aun así te sorprenden y te vuelan la cabeza.

THE CRAMPS

Studio versión:https://t.co/fSiGdcmh12

Live: pic.twitter.com/IlRFyK9jA0

— Kiwi Ramone (@Titi_Ramone) July 23, 2021

No son unos virtuosos, pero el rock and roll es cuestión de actitud y a ellos, eso les sobraba.

El uno para el otro

Puedes o no creer en el amor de película, de esos que son flechazos a primera vista y que perduran hasta que la muerte se encargue de llevarse a uno o al otro de este mundo terrenal, pero esto fue exactamente lo que pasó con Erick y Kristy.

Cuenta la leyenda, que Erick viajaba sobre una de las carreteras en California cuando en el camino se encontró con una bella jovencita que pedía un aventón (algo súper común en los 70) de nombre Kristy, de quien se enamoró inmediatamente y sin pensarlo dos veces le abrió la puerta del auto y se ofreció a llevarla a donde quiera que ella fuera. Fue así que descubrieron que ambos asistían a la misma universidad y comenzaría un viaje del que nacería algo más que un gran amor entre ellos.

Irreverentes y provocativos

Ambos compartían un gusto particular por los sonidos del rock de los 50, así como por las películas de horror, ciencia ficción y ocultismo, temas que incluso los llevarían a estudiar sobre arte y chamanismo en la universidad.

Todo esto derivaría en la idea de crear una banda que les permitiera dar rienda suelta a sus ideas creativas cubriendo todo ese abanico de gustos e intereses que tanto les fascinaban y que deseaban poder explotar.

El primer paso fue adoptar sobrenombres, Erick pasaría a ser conocido como Lux Interior y Kristy como Poison Ivy. Y así serían conocidos por el resto de su vida.

El amor se encuentra en los lugares menos esperados.

Únicos y brillantes

Tras un tiempo de estar juntos y ya con la firme idea de poner en marcha el plan de crear su propia banda tomarían la decisión de mudarse a Ohio de donde Erick era originario. No durarían mucho tiempo asentados ahí, cuando hicieron maletas de nuevo para apostar todo e ir en busca de su sueño al único lugar en Estados Unidos donde podrían explotar sus ideas y encontrar lo que tanto anhelaban, Nueva York.

Comenzarían trabajando en una tienda de discos, donde conocerían a su nuevo guitarrista, Greg Beckerleg, mejor conocido como Bryan Gregory con quien compartían gustos e ideas y quien incluiría a su hermana Pam como baterista, aunque esta no duraría mucho tiempo y sería reemplazada poco después por Miriam Linna.

Con esta primera alineación daría inicio el camino a convertirse en lo que fueron, una de las mejores bandas de rock de todos los tiempos.

Con algunas composiciones propias y algunos covers en su repertorio, poco conocimiento musical y escaso virtuosismo en sus ejecuciones, llegarían a tocar ni más ni menos que en uno de los clubs más exclusivos y objeto de culto entre todos los que amamos el punk, el rock, el new wave y el garage, el mítico CBGB.

Esas presentaciones, junto a su peculiar estilo de vestir y el espectáculo visual que brindaban en el escenario, les abrirían las puertas, y es que en esos años, nadie, absolutamente nadie, sonaba como lo hacían ellos. Guitarras con fuzz, distorsión, una batería seca, primitiva y potente, una voz singular y poderosa hacían que su sonido fuera único, crudo, sucio, irreverente y sumamente disfrutable y bailable. Todo esto los llevaría a consagrarse como una de las bandas favoritas de ese y otros bares y contarían con el respaldo y reconocimiento de otras agrupaciones con mayor fama en el circuito.

Pronto grabarían sus primeros temas, y aún sin un LP en su historial, esos cortes los volverían famosos y les darían la oportunidad de salir de gira con bandas importantes como Ramones, The Clash y The Police.

“Songs the Lord Taught Us” de 1980 sería su primer LP, con ellos en la portada y una mezcla de canciones originales y covers a canciones de rock and roll de los 50 fue  grabado en Sun Records, el estudio que todos los grandes del rock and roll habían pisado. Aquí dejan claro que su influencia es la música de aquellos años maravillosos, y en donde esos covers parecen versiones originales, pues las adoptaron y adaptaron a su medida.

Temas como Fever, que fuera popular gracias a Elvis, la tornaron más sexy y perversa, cosa que queda de lujo con el tema de la canción. I was a Teenage Werewolf, arranca con calma en los punteos de Poison Ivy y la batería acompañando y llenando los huecos sumándose los aullidos de Lux, una canción que conforme pasan los segundos explota en puro rock and roll.  Y qué decir de The Mad Daddy, rockabilly en estado puro y salvaje.

Un año después editan “Psychedelic Jungle”, en donde nuevamente encontraremos covers a canciones no tan conocidas de los 50 y que nuevamente vuelven suyas, como Goo Goo Muck, original de Ronnie Cook y uno de mis temas favoritos del disco, con punteos de a go go y surf que te hacen mover todo el cuerpo. Un disco que hace honor a su nombre, arrancando con los acordes psicodélicos de Green Fuz. Voodoo Idol, uno de sus temas propios, es un rock and roll garage lleno de distorsión y con toques oscuros donde la batería se luce de una forma especial. Primitive es otra de mis favoritas, donde si bien respetan un poco la esencia de la versión original de The Groupies, los Cramps la vuelven un blues con esteroides, y es que los licks de Poison Ivy me recordaron de inmediato al gran Howlin Wolf, una belleza.

Mención aparte merece “Off the Bone” del año 1983 que es una recopilación de sus primeros singles y EPs. Arrancando con la hipnótica Human Fly en la que el fuzz y la disto de la segunda guitarra generan el sonido de una mosca volando a tu alrededor mientras que la guitarra de Ivy te hace bailar y la voz de Lux te narra lo que esa mosca humana está pensando.

El divertido cover de Surfin Bird de los Trashmen es un plus en ese disco, así como la melancólica balada Lonesome Town, un estilo que no habíamos escuchado antes con ellos y que hacen de manera perfecta, con Lux quebrando en llanto a mitad de la canción transmitiéndote la pena y la tristeza que aquejan al narrador de esta historia.

Aunque solo te mencioné sus tres primeros discos, tienen un catálogo rico y extenso, que te invito a que escuches, te prometo que no te vas a arrepentir, vas a bailar y a disfrutarlos todos.

Amor y un legado

The Cramps eran irreverentes, alocados, sin prejuicios, únicos e inigualables. Una banda que causaba escozor entre los más conservadores con sus provocadoras puestas en escena, llenas de erotismo, sexo y fetiches.

The Cramps 🖤🖤🖤 pic.twitter.com/a9QFy2LNET

— Gun Club Music (@gunclub_music) July 26, 2021

Lux con una apariencia sombría (con un cierto aire al monstruo de Frankenstein), en tacones, con pantalones de cuero, semidesnudo, y realizando movimientos tremendamente sexuales como ponerse el micrófono en la boca simulando sexo oral y una Poison Ivy con una melena china y a veces alaciada, en bikini y trajes entallados, provocativos y sugestivos, con botas o tacones altos y una guitarra en sus manos la hacían una diosa del rock and roll.

La historia de Lux Interior y de Poison Ivy es admirable. Una pareja que no tuvo problemas de egos o de personalidades, donde ningún productor o discográfica pudo ocasionar problemas y donde las ideas creativas siempre fluyeron en la misma dirección que ellos lo hacían. Un romance al que solo la muerte de Lux en 2009 pudo poner pausa.

Un amor del que nació la última gran banda de garage.

Por Adrián Martínez, encuéntrame en Instagram como adrits_mr.

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