My Bloody Valentine, ruido denso convertido en melodías luminosas

Publicado por Vorágine en

La banda que acabó con una discográfica.

Breve historia de Creation Records

Fue en el año 1983 cuando se fundó Creation Records a cargo de Alan McGee, un sello discográfico independiente de origen británico, que tomó su nombre de una banda de rock inglesa de los años 60 llamada justamente The Creation.

¿Y por qué estamos hablando de Creation Records? Porque fue una discográfica que tuvo en sus filas a bandas del tamaño de Oasis, The Jesus and Mary Chain, Super Furry Animals y por supuesto a My Bloody Valentine.

Creation Records fue uno de los sellos más avanzados en aquella época, pero terminó en la ruina después del lanzamiento de Loveless, la obra cumbre de My Bloody Valentine y el pilar del shoegaze. Jamás pudo recuperar la inversión que destinó para la realización de dicho material. Se dice que fue el peor mejor negocio que hizo McGee.

My Bloody Valentine, el Shoegaze en su máxima expresión

Kevin Shields (Voz, guitarra, samples y mezclas), Colm Ó Cíosóig (batería, samples y mezclas), Debbie Googe (bajo) y Bilinda Butcher (guitarra y voz) fueron los responsables de darle vida a una de las bandas de culto más reconocidas en el mundo. Herederos de un sonido experimental surgido en aquel periodo (1983), logrando algo que nadie más había hecho y dando nombre a un estilo llamado shoegazing o shoegaze, nombrado así por la forma atípica de tocar mirando hacia el suelo sin tener contacto visual con el público (shoe = zapato; gaze = mirada), lo hacían con introspección, debido a los múltiples pedales que tocaban y eso dio nombre a su estilo. Al final, sobre el escenario solo eran músicos envueltos en su propio ruido.

Esta banda anglo-irlandesa fue y sigue siendo, una de las agrupaciones más influyentes, pues solo le bastó grabar dos discos de larga duración (Isn't Anything 1988 y Loveless 1991) y un conjunto de EP´s para pasar a la historia y codearse con los más grandes (aunque posteriormente, en 2013, editaron su tercer álbum de estudio: m b v).

Loveless, el disco que dominaría al mundo

1991 fue el año elegido por los Dioses para el lanzamiento de uno de los discos emblemáticos no solo de aquella década, sino de la historia de la música. La creación de Loveless estuvo rodeada de mitos y enredos que lo colocaron en una vitrina alejada del resto. Se trató de un disco que costó 250.000 libras a Creation Records, una cantidad exorbitante, aunque Kevin Shields, mente maestra de My Bloody Valentine, ha salido en múltiples ocasiones a desmentir esta versión.

El disco tardó dos años en gestarse y tuvo un precio muy alto que pagar, porque fue tal la perfección que buscó Shields, que avivó un desgaste interno en la banda provocando la separación del grupo, pero a cambio regalaron al mundo 48 minutos y 36 segundos de música perfecta.

Un sonido abrazado en guitarras ruidosas, etéreas y ensoñadoras, pero bastante densas, llenas de efectos y capas; sampleos constantes y una batería seca. Se dice que Incluso la canción When You Sleep contiene entre 12 y 18 pistas de Kevin Shields cantando. Sin embargo, la voz se convirtió en un instrumento más con letras difusas incapaces de reconocer, envueltas de misticismo. El disco es un viaje sin rumbo fijo, con caminos llenos de deseos, fobias y placeres del propio Kevin Shields.

Robert Smith de The Cure ha dicho que Loveless se encuentra entre sus tres discos favoritos de todos los tiempos.

Loveless no fue solo un disco, sino un concepto diferente, en donde la forma importa tanto o más que el contenido. Melodía y distorsión son elementos que combinan para explicar y entender la propuesta que Shields tenía en la mente. Incluso la portada fue el pliegue perfecto para envolver estas texturas sónicas. Al tratarse de la imagen de una guitarra difusa, una metáfora perfecta para lo que se escucharía en el disco. Además de reiterar que la música importa más que los propios intérpretes, al dejar fuera las fotos de los integrantes de la banda en todo el arte del disco.

El álbum da la sensación de ser una sola pieza de principio a fin, con transiciones sutiles que dan continuidad. Se trata de un disco cuidado hasta el más mínimo detalle, hiperperfeccionista al punto tal de que una sola línea de bajo tardó en construirse un año. Un material sumamente trabajado hasta niveles de esquizofrenia.

Kevin sabía el resultado al que quería llegar pero no sabía el camino, solo tenía claro que no podía ser de un modo convencional, y ahí el roce con los ingenieros de audio, quienes veían en lo no convencional una forma incorrecta de hacer las cosas.

Por eso, en algún momento se le preguntó a Sheilds sobre cómo logró tales resultado con el disco , y en particular con el tema que da inicio al álbum Only Shallow, y esto es lo que contestó:

Eso corresponde a dos amplificadores enfrentándose, cada uno con un trémolo de diferente velocidad y con un micrófono en medio. Luego hice un par de overdubs de aquello para posteriormente reproducir el resultado en reversa, digitalizando el resultado mediante un sampler. Finalmente los puse uno sobre el otro para dar la sensación de que se estaban fusionando.

Una muestra de la obsesión de Kevin por alcanzar ese colchón sonoro lleno de laberintos de detalles.

Muchas veces, el primer encuentro con un disco genera incertidumbre, y eso ocurre con Loveless, un álbum que a la primera escucha sorprende entender qué se está escuchando, y esa sensación es mayor si no se ha tenido mucho contacto con el shoegaze, pero al mismo tiempo enamora.

Se trata de un disco que definió y transformó no solo a una generación sino a la historia misma. Mientras en Estados Unidos el grunge era amo y señor de lo que se hacía musicalmente hablando, específicamente con Nevermind de Nirvana, en el Reino Unido el shoegaze rompía esquemas con My Bloody Valentine. Pero lamentablemente el grunge opacó esta genialidad.

Y a todo esto ¿quién carajo es Kevin Shields?

Fue la mente creadora de los sonidos futuristas de Loveless. Se dice que fueron 18 ingenieros y asistentes de audio los encargados de dar vida a este material, pero el mito cuenta que fueron más, y en contraparte, otra versión del mito dice que solo Shields fue quien lo hizo.

También se le debe a Shields la invención de la técnica llamada glide guitar, la técnica con la que logra que las guitarras parecieran enfocarse y desenfocarse casi al instante. Solía combinar esta técnica con la reverberación inversa.

Y fue así que Kevin Shields prefirió convertirse más que en una figura reconocida y exitosa, en el creador de un estilo propio sabiendo que es posible expresarse tocando una misma nota y añadiendo efectos para hacer más complejo el sonido.

Ese fue y sigue siendo Kevin Shields, con un principio muy claro, siempre “grabar discos perfectos, si no, mejor guardar silencio”.

P.D. Si eres coleccionista y en algún momento te ves frente frente con la primera edición en vinyl de Loveless, lanzada en 1991, recuerda que Shields la considera como la versión más fidedigna en cuanto al sonido. No dudes en comprarla. Tu colección te lo agradecerá, aunque tu cartera sufrirá.

 

VicMusic. Melómano, coleccionista de Vinyles y gusto empedernido por la literatura musical, además de ser amante de conciertos. Dime lo que escuchas y te diré quién eres en @Vic_music

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Categorías: Música

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