Viaje Astral. Cuando los sueños nos trasladan más allá de las fronteras

Esta noche viajaré hasta donde estés y con tierna lujuria besaré la comisura de tus labios, acariciaré tu rostro y te cobijaré en un suave y breve abrazo.

Descorreré las cortinas para iluminar mi partida y abriré la ventana permitiendo la entrada a la sutil brisa nocturna, escucharé el silencio interrumpido por el paso de una majestuosa ave y voltearé la vista hacia tu profundo descanso.

Los sueños difuminan la realidad

Visitaré los rascacielos y entraré en uno de aquellos apartamentos, me vestiré con sus atuendos y me esconderé cuando los inquilinos hayan vuelto.

Recorreré calles desiertas y me empaparé con la fría niebla, susurraré mi más ferviente deseo a la obscuridad y dejaré que mis secretos se oculten en la inmensidad del cielo.

Por la mañana despertaré en casa escuchando el tenue ronroneo de mi felino compañero.

Un suspiro también es una plegaria

Por Ella Rucinter, lectora empedernida y viajera fantástica en permanente crisis existencial

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