REVIEW – Hollywood. Entretenimiento puro con un siniestro trasfondo.
Hollywood es la última miniserie creada por Ryan Murphy, productor de algunos de los más grandes éxitos de la TV norteamericana moderna como Glee y American Horror Story. En esta ocasión nos presenta su versión del Hollywood de finales de los cuarenta, esa elegante y nostálgica época de oro que podía seducir a cualquiera con el sueño de convertirse en una estrella de cine. Y precisamente la trama se centra en un diverso grupo de personajes que persiguen esa ilusión llamada fama y cuyos destinos se entrelazan en la esquiva búsqueda, mientras se enfrentan al rechazo, la discriminación, las carencias económicas y las manipulaciones de quienes buscan explotarlos. Esta es una serie que se ofrece al espectador como una mirada íntima a la industria hollywoodense de antaño.
En términos generales, Hollywood es súper entretenida y te atrapa desde el principio con una mezcla de ilusión, morbo y cliffhangers al final de cada uno de sus apenas 7 episodios, por lo que se trata de un binge watch perfecto para seguir sobreviviendo la cuarentena. Visualmente es un deleite, con una fotografía en vívidos tonos pastel que parece de ensueño. El casting es excelente y todas las actuaciones están a la altura, especialmente Jeremy Pope quién interpreta a un escritor que tiene todo en contra por ser un homosexual afroamericano. Incluso aparece Jim Parsons, el famoso Sheldon de The Big Bang Theory, quien se regodea en el virulento papel del taimado representante Henry Wilson. Quizás el aspecto más notable de la serie es que retrata abiertamente la homosexualidad, al grado de que algunos de los espectadores más recatados podrían llegar a sentirse incómodos. Además, aborda de buena manera el delicado y muy vigente tema del racismo, aunque solo de manera superficial.
Debo decir que disfruté bastante viendo esta serie, sin embargo, una vez que la terminé y me puse a reflexionar, me di cuenta de que Hollywood tiene innegables carencias a nivel narrativo que se ocultan bajo un brillante y glamuroso velo.
Los personajes, aunque cautivadores, son bastante caricaturescos y unidimensionales, ya que prácticamente ninguno tiene mayor desarrollo o crecimiento a nivel personal, excepto por una o dos excepciones. La narrativa es veloz y hace que no te des cuenta de que en el camino se abandonan por completo algunas subtramas. También hay una cierta inconsistencia de tono entre la primera mitad de la serie, que cae en lo melodramático para atrapar al espectador, con la segunda mitad en la que el drama se diluye al grado de que ya no parece haber mayor tensión o riesgo para los personajes, para finalmente llegar a un desenlace que es un tanto excesivo y raya en lo inverosímil. Al final, Hollywood no puede evitar caer en la autocomplacencia.
En términos generales, esos son los pros y los contras de esta interesante miniserie, por lo que podemos dar por concluido este review.
CALIFICACIÓN: 7. Entretenida más que nada.
Sin embargo, aquí no acaba este artículo, porque en el fondo de esta serie subyace un tema que es demasiado importante para la actualidad de Hollywood, e ignorarlo sería formar parte de un problema que es terrible y espeluznante. Y como debo mencionar ciertos detalles de la trama, les dejo una pequeña ALERTA DE SPOILERS.
Con el surgimiento del movimiento #Me Too se destaparon muchos de los más perversos secretos del cine hollywoodense, específicamente el sistemático abuso sexual y la violencia que han formado parte de esta industria por años. Fue un escándalo devastador que sacudió al mundo entero, que estaba acostumbrado a mirar a la meca del cine como una especie de brújula moral y cuya imagen se desmoronó ante la avalancha de testimonios de personas que llegaron con un sueño y terminaron viviendo una pesadilla a manos de aquellos que utilizaron su poder para someterlos a las peores vejaciones. Figuras enormes de la industria fueron señaladas de estos perversos actos, como el productor Harvey Weinstein y el actor Kevin Spacey, quienes se unieron al ícono de la televisión Bill Cosby, y ahora son juzgados por la justicia y la opinión pública, a la espera de recibir su merecido castigo. Y eso por solo mencionar a quienes se encuentran en la punta del iceberg. Esta estrepitosa caída de varias figuras del olimpo de la industria del entretenimiento (y otros ámbitos como la política y el deporte), se debe a la valentía de las víctimas que han levantado su voz al unísono.
Harvey Weinstein. Kevin Spacey
Y así, ante esta industria herida por el desprestigio se abrió la oportunidad de asumir y rechazar esta podredumbre que le era inherente, y es justo aquí en donde falla la serie de Hollywood, que era una plataforma perfecta para abordar este tema con la seriedad necesaria, y sin embargo termina siendo una apología del abuso, ya que ninguno de los personajes que son retratados como perpetradores de estos actos recibe castigo alguno. Incluso el peor de ellos recibe como premio la redención y la absolución por parte de sus propias víctimas, lo anterior de manera completamente gratuita e injustificada, únicamente porque el sujeto en cuestión decidió que ya no quería ser malo. El mensaje que parece dar la serie es que las personas en posiciones de poder cometen abusos, pero son quienes te ayudan a alcanzar la fama y al final del día todo será alegría y abrazos entre amigos.
Se podría argumentar que solo es una serie y que no es necesario leer el subtexto tan a fondo, sin embargo, es necesario señalar que esta serie manipula hábilmente al espectador mezclando la ficción con la realidad, como el caso del famoso actor Rock Hudson, quien en la vida real falleciera por causas relacionadas con el VIH, y que en la serie aparece como uno de los personajes principales. Todo esto prácticamente sin hacer mención alguna de que se trata de una obra de ficción, de manera que el espectador despistado pueda terminar con la idea de que se trata de una historia verídica, y que al final siempre triunfa el bien sobre el mal y todos son felices para siempre. También cabe mencionar que se aseguran de que en ninguna de estas escenas de abusos sexuales se muestre a una mujer siendo la víctima, como obviamente es el caso más común.
*Well. kinda true.
¿Estaba obligada esta serie a ser moralmente responsable y condenar a quienes utilizan su poder para abusar de otros? Se podría decir que no. Pero lo que sí hace, y de manera muy inteligente y sutil, es justificar estos actos pintándolos como solo un mal día en un cuento de hadas hollywoodense en el que al final todos encuentran el amor y viven felices (y famosos) para siempre, cuando la realidad es que se trata de hechos traumáticos que dejan cicatrices de por vida y que en la gran mayoría de los casos solo terminan con sueños y vidas rotas.
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