REVIEW: SPIDERMAN: INTO THE SPIDER-VERSE – ¡Lanzatelarañas unidos!
Spiderman: Into the Spider-Verse, película dedicada a la memoria de Stan Lee, es un bocanada de aire fresco en el ámbito de la animación que en los últimos años ha sido completamente dominado por Disney-Pixar, y para muestra, el premio Oscar que le fue otorgado como la Mejor Película Animada en la 91 entrega de los Premios de la Academia. Y aunque sabemos que Spiderman y otros personajes de Marvel son propiedad de la casa del ratón, cabe hacer mención de que los derechos fílmicos los tiene Sony Pictures y esta película de la productora asiática se distingue en primer lugar por su estilo de animación, que aunque es generado por computadora, nos recuerda a la tradicional animación en dos dimensiones, pero con un fantástico colorido y múltiples estilos visuales que durante toda la película son un deleite a la pupila. Sin duda (y por mucho) se trata de la mejor película animada de Marvel, una de las categorías en la que tradicionalmente era superada por su rival DC, que ha tenido mayor éxito en su universo animado que en el cinematográfico.
Con la historia de Into the Spider-Verse se pone a la vista del gran público una parte más amplia del universo de Spiderman, principalmente a las más modernas versiones del personaje que hasta ahora eran conocidas solo por los fanáticos de los comics, y nos referimos a Miles Morales y a Gwen Stacy, quienes unen fuerzas con el clásico Spiderman, Peter Parker, para detener al villano Kingpin, quien se alía con otros populares villanos del arácnido como Dr. Octopus, Green Goblin y Scorpion, y ha creado un artefacto capaz de abril portales a otras dimensiones y el cual podría potencialmente destruirlas a todas. Descrita de este modo, la historia puede parecer sencilla y ser solo una excusa para unir a estos Spidermans de distintos universos, pero la ejecución de esta historia es la que sobresale y se desarrolla con un buen ritmo que nunca es aburrido o muy frenético, aunque se podría mencionar que la parte final puede ser algo confusa y terminar de manera un tanto abrupta. Sin embargo, la mayor virtud de esta historia es que tiene mucho corazón y es muy emotiva, gracias a que es fácil identificarse con los personajes y sus tragedias personales. Y obviamente recibe puntos extras por que prácticamente todas las versiones del arácnido, desde el de los comics, pasando por las series de televisión y hasta las películas protagonizadas por Tobey Maguire, se encuentran y coexisten en esta película.
En cuanto a los personajes principales, es decir, los Spiderman de los distintos universos, podríamos decir que Miles Morales, Gwen Stacy y Peter Parker son geniales, con especial mención a Peter que es mucho más reminiscente de aquella versión noventera con la que muchos crecimos y se aleja del adolescente al que nos tiene acostrumbrados últimamente Marvel. En cuanto a Miles y Gwen, realmente se sienten como personajes tridimensionales con un origen interesante, por lo que nos gustaría mucho ver futuras películas de estos héroes en solitario. Los personajes que sí dejan mucho que desear son Spider-Ham, Peni Parker y Spider-Man Noir, ya que no tienen realmente una justificación para formar parte de la historia, son poco desarrollados y parece que solo los metieron con calzador para hacer bromas y complacer a aquellos que conozcan sus comics, pero fuera de eso son bastante intrascendentes.
Otro aspecto en el que destaca la película es en las referencias de actualidad que modernizan bastante a este súper-héroe, y podemos ver un montón de cosas con las que nos sentimos identificados, como el uso indiscriminado de celulares, apps y redes sociales, las nuevas tendencias musicales y hasta memes virales de Spiderman, lo cual complacerá enormemente al público masivo y sobretodo a los más jóvenes, aunque algunos fanáticos antiguos podrán sentir que este aspecto es usado en exceso y se aleja un poco de la seriedad de los comics, con tal de apelar a un mayor público, aunque eso tampoco es necesariamente malo.
En resumen, se trata de una historia arriesgada, del tipo que quisiéramos ver en live action, y es narrada bellamente con un buen balance entre las escenas emotivas y las obligatorias escenas de comedia. Recomendable para chicos y grandes, justa merecedora del Oscar, aunque no necesariamente del gusto de los fans más acérrimos.
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