Léon: El Profesional (1994). El casi perfecto asesino.
León: El Profesional es todo un clásico de culto y posiblemente la película más famosa de Luc Besson, que además fue escrita por el propio director francés y estrenada en el año 1994. Cuenta con las actuaciones de Jan Reno, Gary Oldman, y la debutante Natalie Portman, que se catapultaría a la fama internacional con este thriller de acción en el que un solitario asesino a sueldo toma como aprendiz a una niña de doce años, después de que la familia de esta fuera asesinada por un corrupto agente antidrogas, de quien la menor pretende cobrar venganza.
UN CLÁSICO THRILLER NEOYORQUINO
Se trata de una película sumamente estilizada que nos muestra esa clásica fotografía del Nueva York italoamericano que se hiciera tan famosa gracias al cine de Scorsese. Pero lo que más resalta son las interpretaciones de los tres personajes principales, que aunque son algo caricaturizadas, son verdaderamente geniales. Jan Reno realiza su papel más icónico como Léon, el asesino epónimo de la película, uno de esos arquetípicos personajes de superficie ríspida pero que ocultan un corazón de oro. Sin embargo, aquí la revelación es Natalie Portman como la precoz Mathilda (nombre popular para las niñas noventeras), quien es la fuerza que mueve la trama con su valentía, pero que a la vez se muestra vulnerable como la niña que es, ya que es un personaje que no realiza hazañas imposibles para su edad, como otros molestos personajillos infantiles de Hollywood. Y finalmente está el infalible Gary Oldman como el agente de la DEA Norman Stansfield, un villano tan alocado y excesivo que solo este intenso actor habría sido capaz de hacerlo funcionar.
Natalie Portman. Jean Reno. Gary Oldman
Aunque las escenas de acción son buenas, lo más logrado del filme es la relación entre Léon y Mathilda, debido principalmente a la actuación de Portman, quien eleva la película gracias a la enorme gama de emociones que transmite. Además, a pesar de tener una temática tan turbia, es una película bastante graciosa sin caer en lo ridículo, y su duración no es demasiado larga, por lo que se va en un suspiro, logrando crear una buena cantidad de escenas icónicas como la del francotirador y la de Mathilda usando disfraces.
-Bring me everyone... -¿What do you mean everyone? -¡EVERYOOOONE!
Sin embargo, no podemos dejar de mencionar que el personaje de Léon se queda un poco subdesarrollado, y aunque sus motivaciones son plasmadas de manera sutil parecen ser solo un pensamiento secundario ante la enormidad del personaje de Portman. Además, esta es una película en la que no se debe buscar mucho realismo, pues es más bien inverosímil, sobretodo en las escenas de acción, que sin embargo son súper emocionantes.
Léon & Mathilda
Así las cosas, León: El Profesional es una de las películas más icónicas de los noventa, que sin embargo no se encuentra exenta de defectos, que aunque no afectan la experiencia general para el espectador promedio, desde un punto de vista crítico evitan que alcance el estatus de obra maestra, algo que es una constante en la filmografía de Luc Besson, que siempre parece quedarse un pasito corto.
A continuación seguimos analizando esta película pero con SPOILERS, así que si no la has visto es mejor que vayas a la parte final de este artículo para ver la calificación que le otorgamos.
¡SECCIÓN CON SPOILERS!
Un aspecto que está de sobra en la película es el aparente deseo de justificar la confrontación entre Léon y Norman, a través de una muy innecesaria subtrama contada con unos esporádicos diálogos entre Norman y Tony, el mafioso italiano que contrata a Léon, y que resulta bastante forzada, ya que habría sido suficiente explicar su conflicto como un hecho fortuito cuyo único nexo causal es el ímpetu de Mathilda. Eso habría aportado a ese aire de historia íntima que tiene la película, pues en el fondo se trata de una historia sencilla que funciona y se debe ensuciar lo menos posible. En general, el personaje de Tony es bastante ambiguo y termina dejando un aire de injusticia hacia los personajes con los que nos encariñamos.
El otro punto que merece mención es el elemento de sensualidad que innegablemente forma parte del personaje de Mathilda y su aparente relación con León que fluctúa entre lo paternal y lo romántico. Afortunadamente es una situación que nunca es explícita ni cae en lo morboso, a lo cual ayuda bastante el hecho de que León parece tener un ligero retrazo mental que lo hace ver más inocente a los ojos del espectador. Esta dinámica sería más controversial en la actualidad, pero tampoco fue algo que pasara desapercibido en su momento, y se vuelve bastante más perturbador si tomamos en cuenta los antecedentes de Luc Besson quien siendo un adulto se involucró con chicas menores de edad y que incluso en épocas recientes ha recibido más de una acusación por acoso sexual.
CALIFICACIÓN: 8.5, a un paso de ser una obra maestra.
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