La tiranía de la era de la información

Publicado por Vorágine en

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Desde que el magnate Arturo Traoré concibió la manera de generar noticias sin la participación de los profesionales de la información, el oficio del periodismo se convirtió en una de esas prácticas artesanales que pronto dejarían de existir.

Al principio, como en todas las revoluciones, hubo resistencia por parte del gremio, sin embargo, los muchos intereses en pugna y el rotundo éxito comercial de las noticias fabricadas por la nueva inteligencia artificial, no permitieron que prosperara ninguna organización, y con el paso de los años, los periodistas terminaron por extinguirse.

Con la consigna de que la información es un bien público y un derecho humano, Arturo Traoré movilizó a la sociedad mundial para exigir la creación del Instituto para el Tratamiento de Datos Informativos (ITDI), órgano autónomo cuyo principio básico era proveer de información noticiosa a cada nación mediante el uso de un software que él mismo había creado con ayuda de algunos filántropos que prefirieron mantenerse en el anonimato.

El software llamado “Free News” prometía una prensa objetiva, plural, global y gratuita. Noticias para todos los rincones del planeta sin costo alguno y sin más fake news, sin imprecisiones ni falta de evidencias. La verdad absoluta circularía libre, por fin.

El funcionamiento del programa computacional era muy complejo, pues requería un millón de algoritmos para recopilar, seleccionar, evaluar, redactar y editar material audiovisual. La fase final consistía en distribuir el contenido a cada país y región del planeta mediante una red satelital de altísima potencia que únicamente se usaba para transmitir noticias a todo el globo los 365 días del año.

Con la tecnología 21G instalada en cada localidad del planeta, la información generada por Free News se convirtió en la única fuente de información de muchas comunidades y con ello fue ganando fidelidad y credibilidad, dos cualidades que el periodismo de antaño había perdido desde antes de la gran pandemia.

Parecía una utopía, lo sé, todos creyeron que una máquina resolvería eficazmente el problema del acceso a la información y por extensión, el analfabetismo, la inequidad y otras carencias derivadas de ello, pero al cabo de tres lustros fue evidente que la élite empresarial había orquestado todo el movimiento con el objetivo de monopolizar el flujo informativo y no por una verdadera búsqueda del bien común.

No es que las personas olvidaran que las máquinas son creaciones humanas susceptibles de ser corrompidas por intereses económicos y políticos, sino que ignoraron la importancia del papel del periodista, de su interpretación profesional sobre los fenómenos sociales y el compromiso humano que asumen al elaborar el contenido informativo.

Lo que no logró ningún dictador ni grupo delictivo, lo consiguieron Traoré y su séquito de filántropos anónimos: extinguir el periodismo, acallar cualquier voz crítica y analítica, pues Free News es incapaz de contextualizar los hechos, tampoco puede darles una interpretación humana, simplemente recopila enormes cantidades de información y publica aquello que los algoritmos le han indicado que debe transmitir. En realidad, la selección continúa siendo decisión de un reducido grupo de personas que responden a intereses particulares y mezquinos.

¿Podrá alguna vez resurgir el periodismo hecho por humanos?, pregunté a la aplicación sobre respuestas a dudas existenciales. No, respondió. Ya nadie recuerda para qué sirve el periodismo.

FIN

Por Patricia Munguía Correa, ¡síguela en twitter o en Instagram!

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1 Comentario

Esperanza Correa · noviembre 12, 2020 a las 10:24 pm

Muchas felicidades Patsy, te amo eres grandiosa, deberías hacer un cortometraje.

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