El Proyecto de la Bruja de Blair. ¿Gusto infantil o hito del cine?
Nota: En estos artículos abordamos temas relacionados con películas, series y otros medios, y aunque tratamos de evitar ser explícitos en los giros argumentales, pueden existir spoilers.
El mes del miedo
¡¡Amigues de Vorágine, estamos en el mes del terror!! Y para estar acordes a la temporada tenemos que hablar de cosas de miedo. Pero no de miedo miedo, porque somos unos gatitos temerosos, así que platicaremos de una peli que hoy en día a nadie asusta, pero que en su momento nos hizo sudar frío y jurar que nunca en la vida iríamos de campamento: El Proyecto de la Bruja de Blair.
Esta es la segunda vez que escribo sobre este filme que tiene un valor muy especial para mí, ya que me tocó verlo en su estreno y vivir la experiencia original. Además fue en esa etapa de mi infancia en la que estaba obsesionado con lo sobrenatural. Baste con decir que la enlisté en mi top ten de películas favoritas de todos los tiempos.
Sin embargo, algunos “cinema connoisseurs” la consideran una película mala o irrelevante y ese tipo de opiniones te hacen dudar de la tuya. Así que cuando la revisité hace algunos años para mi anterior artículo, lo hice con ese ligero temor de descubrir que no era tan buena como la recordaba o que tal vez mi gusto por ella estaba nublado por la ingenuidad infantil. Pero maravilla de maravillas, no fue así.
De que se trata El Proyecto de la Bruja de Blair
La historia es aparentemente sencilla: Tres jóvenes estudiantes de cine, Heather, Mike y Joshua, viajan al pueblo de Burkittsville, Maryland, para grabar un documental sobre la leyenda de la Bruja de Blair, un supuesto ente sobrenatural que se manifiesta en el bosque local. Después de entrevistar a varios habitantes y conocer sobre extraños sucesos, los jóvenes se internan en el bosque para continuar su investigación y pronto empiezan a encontrar objetos extraños y aterradores, además de ser perturbados por una presencia que parece estar acechándolos. El terror se apoderan de ellos cuando se dan cuenta de que no pueden encontrar el camino de regreso y están a merced de lo que sea que habite en la oscuridad del bosque.
Pero he aquí el detalle particular de El Proyecto de la Bruja de Blair: se nos presenta como un documento verídico obtenido de las grabaciones realizadas por los tres jóvenes, las cuales habrían sido encontradas en el bosque un año después de su desaparición.
Un verdadero proyecto
Actualmente es bien sabido que todo lo que vemos en la película es una obra de ficción creada por los estudiantes de cine Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, quienes vislumbraron su obra como una mezcla entre el cine de terror convencional y los documentales de sucesos paranormales.
Para lograrlo utilizaron varias tácticas: Contrataron actores desconocidos y utilizaron sus nombres reales para el filme. Se mezclaron actores con habitantes reales en las entrevistas. Los diálogos fueron mayormente improvisados por los actores, quienes además grabaron por sí mismos la mayor parte del metraje y fueron dejados en el bosque con mínimo contacto por parte del equipo de filmación. Y para hacer las cosas peores, les daban pocas raciones de alimento y trataban de asustarlos por la noche, esto con el fin de instigar un verdadera tensión y estrés en ellos, quienes llegaron a mencionar que por momentos sintieron temor real por su integridad, pues cabe recordar que no se trataba de una superproducción hollywoodense, sino de un proyecto estudiantil independiente y con muy poco presupuesto.
Entre el terror y el drama
El resultado de estas técnicas fue una película prácticamente de método que raya en el fotorealismo y disipa el límite entre la realidad y la ficción, permitiendo vender la ilusión de que se trata de un suceso real. Esto logra una experiencia inmersiva, pues el espectador es puesto cara a cara con “personas reales” en situaciones extremas. Y aunque se trata de una película de terror sobrenatural, nunca llega a ser explicita, sino que mantiene un elegante estilo psicológico y con toques de drama, que en ningún momento abusa de los clichés del género, como la sangre o los jumpscares.
Cabe mencionar que este tipo de cine apela al morbo para atraer la atención de espectador, pero también implica una narrativa diferente a la que estamos acostumbrados con una película “normal”, pues aquí se intenta imitar a la vida real y esta, como sabemos, no tiene arcos narrativos perfectamente estructurados.
De las más de veinte horas de metraje obtenidas se editó un corte de apenas 81 minutos de duración, que puede parecer muy corto pero es ideal para que todo transcurra de manera dinámica, ya que no es una película que pueda valerse de los típicos recursos del cine comercial diseñados para mantener la atención del espectador, pues eso implicarían el riesgo de romper la ilusión de realismo.
Otro punto favorable es el final relativamente abierto. Y aunque este puede dejar insatisfecho a más de uno que está acostumbrado a esos finales que amarran todo en un moñito perfecto, es un tipo de final que brinda mayor libertad de interpretación al espectador, quien además deberá usar su imaginación para llenar varios huecos deliberados, como el hecho de que la apariencia (y la existencia misma) del ente siempre se mantiene como un misterio. Incluso se puede interpretar el origen de los sucesos como algo completamente ajeno a lo sobrenatural y más bien como una situación causada por la paranoia de estar perdidos en un bosque y ser acosados por gente peligrosa.
Algunas teorías en la red te hacen ver todo desde una óptica nueva.
La importancia de la experiencia original
No es una exageración decir que la experiencia original fue un todo suceso de gran impacto. Para lograrlo se utilizó una campaña viral y recordemos que en aquella época eso no era algo tan común como hoy. Primero se ocultó por un tiempo a los actores, mientras que se distribuyó información de su supuesta desaparición en medios impresos, se realizaron reportajes periodísticos falsos, e incluso se creó una noventera página de internet que se volvió mega popular.
Esto desató mucha especulación en torno a la verdadera naturaleza de la película y la ética de la misma en caso de que se tratara de hechos reales. Y naturalmente, esto generó una enorme efervescencia e interés por ella. Y en opinión de este humilde cinéfilo, esa es la mayor virtud de El Proyecto de la Bruja de Blair, haber sido una ficción tan convincente que hiciera dudar a la sociedad misma. Y todo esto con un nivel de recursos muy limitado, pero con un excelente trabajo de planeación. Fue una tormenta perfecta que trascendió el lenguaje meramente cinematográfico y cambió el industria para siempre, pues no solo fue un éxito entre la crítica, sino que recaudó tal cantidad de dinero que, teniendo en cuenta su presupuesto original, es considerada una de las películas más redituables de la historia.
Ahora, no podemos pasar por alto que El Proyecto de la Bruja de Blair es una película diseñada para ser efectiva en función de su presentación original, es decir, mientras aún se discutía su veracidad. Pero evidentemente una vez rota esta ilusión, lo cierto es que no es una película que dé mucho miedo. Por eso es que un análisis basado únicamente en este aspecto sería una crítica sesgada, ya que se requiere de una visión amplia que abarque también su concepción y realización, así como su efectividad original, pues se trata de algo más que una película, es prácticamente un experimento social a gran escala.
¿Vale la pena ver El Proyecto de la Bruja de Blair?
Hoy en día muchas personas pueden acercarse a conocer El Proyecto de La Bruja de Blair esperando ver algo que no es y sentirse decepcionadas, pues como película de terror es bastante tibia, sobre todo al lado de pelis sobrenaturales más modernas y terroríficas como El Conjuro o Hereditary. Sin embargo, sigue siendo una película con cualidades disfrutables. Por ejemplo, al no ser tan aterradora es perfecta para esas clásicas reuniones con temática de miedo y tiene ese toque exacto de creepy que es muy disfrutable para los más jóvenes y para los que no son tan asiduos al cine de terror. También hay que decir que como espectador debes dejarte llevar por la propuesta y pretender por un momento que es 1999 y lo que estás viendo puede ser real. Lo que podrás encontrar es una película más que entretenida.
Y si te gusta la mitología, como a un servidor, verás que este filme oculta un trasfondo bastante robusto. Por un lado tienes la leyenda principal que se refiere a Elly Kedward, la mujer que en el siglo XVIII fue procesada por brujería, dando origen al supuesto ente que acecha el bosque. Pero aunque eso sería suficiente para justificar la trama, también nos hablan de diversos testimonios y sucesos, como el de la joven Robin Weaver que en 1888 vio a una mujer en el bosque “cuyos pies nunca tocaban el suelo”. La siguiente pieza en el rompecabezas es el hallazgo de cinco hombres asesinados a manera de ritual en un lugar del bosque conocido como Coffin Rock. Adicionalmente y con gran relevancia para la trama, tenemos el caso de Rustin Parr, un ermitaño que en la década de los cuarenta asesinó a siete niños en su cabaña en el bosque, alegando que había sido poseído por un espíritu maligno. Finalmente podemos añadir la historia de Mary Brown, quien es entrevistada al principio del filme y narra un encuentro con una mujer con el cuerpo cubierto de pelo.
Todos estos detalles ayudan a crear ese ambiente de leyenda urbana y folklor local que es tan habitual en muchas comunidades y hace el deleite de los que estamos fascinados con el fenómeno paranormal. En pocas palabras, esta película es una casa embrujada de la que puedes disfrutar si te dejas llevar por el hechizo.
Misoginia en torno a El Proyecto de la Bruja de Blair
Un aspecto que interesante de El Proyecto de la Bruja de Blair es que hace un ligero comentario sobre la cultura de odio hacia la mujer, y lo podemos ver en la referencia al oscuro capítulo de la historia estadounidense que es la quema de “brujas” que existió durante la época del puritanismo. Adicionalmente, podemos interpretar este aspecto de misoginia también en el hecho de que Joshua y Mike constantemente culpan a Heather de todos los problemas que les suceden, cuando en realidad ellos son tanto o más culpables de los mismos. Incluso podemos ver esta cultura insidiosa en la burla de los propios jóvenes hacia Mary Brown debido a su apariencia y sus modismos, a pesar de que ella se comporta de manera amable con ellos.
Pero lo más relevante y consternador de este asunto es el odio que recibió el personaje de Heather (y la actriz misma) por parte de la audiencia, y es algo algo que no creo que los propios creadores hubieran anticipado que sucedería. El hate contra Heather llegó al grado de que algunos sectores del público disfrutaron sádicamente con su sufrimiento, algo totalmente diferente para Mike y Joshua, quienes prácticamente se iban limpios de crítica por parte del respetable.
Mary Brown
Es cierto que Heather es la organizadora de la expedición, pero cuando uno ve la película con atención es difícil señalar un punto en el que ella actúe de manera inadecuada. Tal vez seguir grabando en momentos complicados es lo más cercano a eso, pero en realidad Heather es el único personaje que constantemente trata de encontrar soluciones y mantiene un espíritu optimista (lo que hace un verdadero líder), mientras que sus compañeros son quienes todo el tiempo se comportan de manera inmadura, hostil y torpe, causando más problemas de los que ayudan a resolver. Y aunque inevitablemente Heather colapsa ante la presión, hay que reconocer que es la única que mantiene la cordura y la razón hasta el final. En lo personal, Heather es uno de mis personajes favoritos del cine de horror, y me puedo sentir identificado con la pasión tiene para perseguir su arte y sus metas.
Lamentablemente, este odio irracional hacia el personaje de Heather se trasladó hacia la propia interprete, a quien le agenciaron un "premio" Raspberri, que supuestamente se da a la peor actriz y en realidad no es más que otra de esas ideas estúpidas de Hollywood (que ya hoy en día sabemos que es una cloaca). En fin, la verdad es que se trata de un rollo que dice mucho de la misoginia que impera en nuestra cultura.
He escuchado a gente decir que El Proyecto de la Bruja de Blair es una película feminista porque tiene a una mujer a cargo y he escuchado que la llamen una película antifeminista porque esta mujer lo arruina todo. A quién le importa realmente? Es solo una película. -Heather Donahue
El legado de El Proyecto de la Bruja de Blair
El éxito en taquilla que tuvo El Proyecto de la Bruja de Blair le aseguró una secuela realizada muy al vapor y lanzada apenas al año siguiente, la cual fue de muy malita, aunque vale apuntar que muchas interferencias externas afectaron negativamente su producción. En el año 2016 apareció una nueva secuela titulada simplemente Blair Witch, que si bien pasó sin pena ni gloria es muy interesante y aporta elementos novedosos como viajes temporales e interdimesionales. También se lanzó recientemente un videojuego en primera persona y con gráficos de última generación que fue bien recibido por la crítica y se suma a una trilogía lanzada en PC en el año 2000 que expandió la mitología de la película y hoy se considera de culto.
Y como ningún fenómeno cultural estaría completo sin un montón de parodias, no es sorpresa que El Proyecto de la Bruja de Blair fuera referenciada hasta el cansancio. De todas esas burlas y tributos, mi favorita es la genial versión de Cartoon Network con los personajes de Scooby Doo. Una maravilla.
Pero el legado más importante de esta película es el vuelco que le dio al cine de horror, pues con ella revivió el found footage. Es cierto que no inventó el género y muchas veces la comparan de manera desfavorable con Holocausto Canibal y con Masacre en Texas, pero lo que Blair Witch hizo fue perfeccionar este tipo de películas y otorgarles su forma moderna definitiva, como claramente podemos ver en múltiples sucesores espirituales como la tetralogía Rec, la serie Cloverfield, y la franquicia de Actividad Paranormal.
Posteriormente se han logrado en este género experiencias impresionantemente terroríficas, pues por su naturaleza permite al espectador prácticamente vivirlo en carne propia. Pero muchas veces esto es llevado al extremo y al no tener moderación se rompe la ilusión de realidad. En ese sentido, El Proyecto de la Bruja de Blair lo hizo perfecto.
Si les gusta el género, les recomiendo El Último Exorcismo y Así en la tierra como en el cielo.
En resumen, no se debe subestimar la importancia de El Proyecto de la Bruja de Blair en la historia del cine, pues logra algo muy difícil que es mezclar un temor mitológico antiguo con la actitud cínica del posmodernismo. Es cierto que tiene sus haters y es perfectamente válido que no le guste a alguien porque no es de su estilo predilecto, pero decir que es una mala película no solo es erróneo, si no que demuestra ignorancia por parte de quien lo hace. Lo cual es paradójico, pues la mayoría lo hacen para tratar de verse inteligentes.
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