Contraté Disney+ y lo primero que hice (obviamente) fue ver La Sirenita y La Bella y la Bestia

Publicado por Vorágine en

Todos sabemos que Netflix es la reina del streaming, gracias a su robusto catálogo de películas y series, que incluye producciones originales de buena calidad, y todo a un precio accesible al bolsillo (y completamente libre de esa molesta publicidad que te saca del mood cuando estás viendo algo chido).

Su modelo tomó a todos por sorpresa, mandando a la tumba a un gigante como Blockbuster y pegándole al monopolio de Hollywood sobre el cine comercial. Ante este éxito, era inevitable que pronto surgieran competidores copiando la misma fórmula, algunos con buena calidad como Amazon Prime y HBO Plus y otros no tan afortunados como Youtube Premium (o el poderosísimo Blim).

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Y pues solo era cuestión de tiempo para que Walt Disney Company, la empresa más grande del entretenimiento, propietaria y devoradora insaciable de enormes IP’s como Star Wars, Marvel y Fox, le entrara al rollo del streaming. Y finalmente, después de una larga espera en nuestras tierras latinoamericanas, se ha estrenado Disney+ y por supuesto que yo, como su adorable amigo cinéfilo que soy, no podía evitar caer en el consumismo desenfrenado de contratarlo y tener su enorme catalogo al alcance de un botón.

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Y ahora te preguntarás qué me pareció el servicio de streaming de la casa del ratón, y si te he de ser sincero, la verdad es aún no he tenido suficiente tiempo para emitir una conclusión absoluta al respecto, aunque de momento lo que sí puedo decir es que sigo prefiriendo Netflix.

¡Sin embaaaaargo! Hay algo que Netflix nunca tendrá y es un algo que muchos recordamos con gran cariño y nostalgia. Así es, el plato fuerte ¡Todas las películas animadas de Disney! esas que muchos tuvimos el placer de disfrutar en nuestra infancia y que si éramos niños consentidos (o teníamos algún primito pedante que lo fuera) seguramente también pudimos disfrutar una y otra vez en VHS. Buenos tiempos, sin duda.

Propiedad de The Walt Disney Company
Propiedad de The Walt Disney Company

Pero todo en la vida está sujeto al inevitable cambió y así como Netflix apareció para cambiar la industria del entretenimiento, el cine de animación se transformó llegando el nuevo milenio, dando paso al apabullante dominio de las películas animadas por computadora, con algunas brutalmente populares como Shrek, La Era del Hielo, Madagascar, todo lo de Pixar, entre muchas otras más que se volvieron el nuevo estándar de la animación, dejando atrás ese antiguo cine animado de Disney (o del gran Don Bluth). Y es que esas películas de animación tradicional quedaron algo anticuadas por estar menos cargadas de humor y ser un tanto más ingenuas. Pero sin duda eran geniales y quizás sea la pura nostalgia hablando, pero esas pelis de Disney tenían una magia muy especial.

Y pues la tenía bien clara, había que estrenar mi Disney+ con unas de caricaturas y las elegidas fueron (como ya habrás leído en el título) Beauty and the Beast (1991) y The Little Mermaid (1989), y esta fue la impresión que me llevé al revisitar este par de películas clásicas.

Beauty and the Beast

Propiedad de The Walt Disney Company
Propiedad de The Walt Disney Company

Esta película ha tenido un fuerte resurgimiento gracias en gran medida a la remake del 2017 estelarizada por la crush de muchos de nosotros, Emma Watson. Y la verdad de las cosas es que ha sido el mejor refrito de los ya bastantes que ha hecho Disney en los últimos años. Que no es mucho decir, porque casi todos han sido mediocres y solo han servido para mostrar que la industria hollywoodense está seca de creatividad.

Pero bueno, me estoy desviando del tema. Lo cierto es que la versión original de La Bella y la Bestia ya era considerada uno de los mayores exponentes fílmicos de la historia de Disney por méritos propios, obteniendo incluso una nominación al Oscar a la mejor película.

Propiedad de The Walt Disney Company
Propiedad de The Walt Disney Company

Y cómo no amar esta clásica historia de amor y su soundtrack estelar que incluye la súper pegajosa Be Our Guest y el tema epónimo, Beauty and The Beast, que te hace querer bailar el walz como quinceañera. En el apartado técnico la calidad de la imagen cumple con visuales claros y colores vibrantes. En fin, un deleite completo para los sentidos.

Lamentablemente no se puede ignorar el hecho de que el foco principal de la historia sufre bastante por la más que cuestionable relación entre Bella y Bestia. En pocas palabras, es el libro de texto de la relación abusiva en la que se confía en que el poder del amor podrá cambiar a tu pareja para bien. Y aunque es válido que cada quien tenga su propia postura al respecto, indudablemente se trata de un aspecto de la película que ha envejecido muy mal.

Por lo demás, la película sobresale. El ritmo es trepidante, el humor es excelente y los personajes de soporte son eficientes, en particular Gastón que es uno de los villanos más únicos y divertidos, aunque no alcanza el nivel épico de algunos de los mejores como Maléfica o Scar. Lo mejor es la mística de cuento de hadas de villa francesa medieval que es quintaesensial y te lleva a ese mundo de fantasía.

CALIFICACIÓN: 9. Fantástica película, la pase genial y me transportó a un mundo de magia y romance. Pero no es perfecta. Se queda cerca, pero no.

Ahora que si hablamos de perfección…

The Little Mermaid

Propiedad de The Walt Disney Company
Propiedad de The Walt Disney Company

Va derecha la flecha. La Sirenita es una obra maestra. De principio a fin. No les sobra nada y no le falta nada.  Simplemente me dejó anonadado. Y claro que recuerdo haberla visto siendo apenas un mocoso y haberla disfrutado tanto como mi aún poco formado cerebro infantil me lo permitió, pero la verdad es que, amigo lector, necesitas revisitar esta película con un par de ojos frescos.

¿Por dónde empezar? El ritmo de la historia avanza con una cadencia balanceada que te mantiene interesado y hace que la película se vaya en un suspiro. El humor es desternillante, con mención especial para la gaviota (¡ya me estoy riendo con solo con recordar a ese tipo!) ¿Y qué decir de la música? Las canciones son espectaculares, pegajosas e icónicas. Probablemente solo el Soundtrack de Mulán se le compara.

Propiedad de The Walt Disney Company
Propiedad de The Walt Disney Company

La película está poblada de personajes memorables como Sebastián, el Rey Tritón y el Príncipe Eric (bueno, todos menos Flounder). Destaca la villana Úrsula que tiene todo el maldito estilo del mundo y sí que es villana top de Disney.

Y por encima de todo se encuentra nuestra protagonista: Ariel es el personaje más adorable que he visto. Es impetuosa pero amable, tiene un corazón aventurero y optimista. No hay atisbo de maldad en ella, se trata simplemente de una adolescente que sueña con un mundo más grande y que puede cometer errores por perseguir su sueño, como cualquier persona, y aún sin voz es capaz de transmitir esa personalidad y dulzura. Afortunadamente, a diferencia de Bella, Ariel encuentra en Eric un amor igual de puro. Y aunque su historia de amor también ha sido señalada por algunos por tener un mensaje sexista, se trata de una apreciación errónea ya que se nos plantea un amor a primera vista que es mutuo, algo que sí sucede en la vida real, especialmente entre los más jóvenes, más apasionados y libres de prejuicios. Vamos, a la Romeo y Julieta.

Trato de ser objetivo con mis reviews y sé que en este caso me estoy viendo súper fanboy, pero debo ser honesto y la verdad es que amé esta película, al grado de que me hizo dudar, por primera vez, que El Rey León sea la mejor película animada de Disney.

CALIFICACIÓN: 10 ¿Alguien esperaban otra cosa?

Y bueno amigues, ese fue mi regreso a la niñez con Disney+ y ya ansío continuar explorando su catálogo. Mientras tanto, recuerden quedarse en casa viendo pelis.

Por Javier LR, personaje de ficción. Sígueme en twitter e instagram.

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