Chernobyl (2019). Una tragedia real exige ser contada

Publicado por Vorágine en

Chernobyl, estrenada en 2019, es una miniserie dramática de tan solo cinco episodios producida por el gigante de la televisión por cable HBO, la cual fue escrita por Craig Manzin, quien para desarrollar su proyecto se llevó cerca de cinco años de investigación sobre el accidente acontecido en Chenóbil, Ucrania, el día 26 de abril de 1986, cuando un reactor nuclear estalló cerca de la ciudad de Prípiat, en lo que se considera el peor desastre nuclear de la historia. La serie cuenta con actuaciones estelares de Jared Harris, Stellan Skarsgår, Paul Ritter y Emily Watson, quienes (excepto por Watson) interpretan personajes que de una manera u otra fueron instrumentales en los sucesos históricos narrados. Presentada de manera muy sobria y respetuosa, esta serie evita caer en convencionalismos televisivos o en el sensacionalismo propio del suceso, en favor de una narrativa fiel a los hechos, que no busca el morbo para cautivar al espectador, si no que muestra el impacto y las dimensiones de una tragedia que resonó a escala global, pero también cambió la vida de miles de personas ordinarias que, como cualquiera de nosotros, tenían sueños y aspiraciones en una comunidad floreciente y optimista. Se trata de un suceso que todos conocemos, uno de los más relevantes del siglo XX y el cual en muchos sentidos cambió el mundo para siempre y, paradójicamente, es uno del cual la mayoría de las personas no sabemos nada con precisión.

 

Valery Legasov (izquierda), director del Instituto Kurchatov que ayudó con la operación de limpieza e investigación de Chernóbil, interpretado por Jared Harris (derecha).

Los detalles y minucias respecto al accidente y sus consecuencias son diseccionados cuidadosamente durante sus cinco episodios y sin duda vale mucho la pena que los descubras por ti mismo viendo esta excelente miniserie, que recientemente dio mucho de qué hablar cuando IMDb la señaló como la mejor de la historia, y otras populares páginas de crítica, como Rotten Tomatoes y Metacritic, le dieron calificaciones cercanas al 10, con un consenso prácticamente general entre sus usuarios. Sin embargo, cabe preguntarse ¿Es realmente la mejor serie de todos los tiempos? Aquí en Vorágine nos parece que no resulta muy objetivo comparar series de géneros distintos y con temáticas y fines completamente diversos, como lo pueden ser una miniserie de tres o cuatro episodios comparada con una de ocho o nueve temporadas y que puede alcanzar más de un centenar de capítulos. Por lo que en realidad resulta odioso e innecesario preguntarnos si se trata se la mejor serie y en cambio preferimos centrarnos en expresar porqué es una de las más importantes.

Recreación de la noche del 26 de abril de 1986, tras la explosión del reactor nuclear no. 4 de la Planta de Energía Nuclear de Chernóbil

Se trata de una serie con una hechura monumental que recrea los acontecimientos con lujo de detalle, pero su punto más destacado es la calidad narrativa con que logra cautivar y conmocionar al espectador, trayendo a la vista del público una discusión que es necesaria y que nos hace cuestionar temas que hoy son tan relevantes como la política global, el avance de la tecnologías y la mentalidad de masas, pero también comprender y analizar el comportamiento de las personas cuando se ven enfrentadas a situaciones extremas y el papel que juegan sentimientos como el amor, el egoísmo, el temor, el orgullo y la culpa. Pero sobretodo, Chernobyl nos plantea en su propio eslogan un dilema muy difícil de resolver: ¿Cuál es el precio de las mentiras?

El testimonio de Lyudmilla Ignatenko se incorpora a la trama de Chernobyl

Las mentiras parecen ser algo inherente al ser humano, pero en realidad no son todas son iguales y muchas veces se encuentran  motivadas por causas totalmente distintas; mientras que algunos mienten por orgullo y ambición, otros lo hacen por miedo y, en gran medida, por obligación. Y es que todos nosotros nos encontramos inmersos en regímenes, ya sean sociales, políticos, religiosos o laborales, que en mayor o menor medida nos fuerzan a perpetuar verdades que en el mejor de los casos son imprecisas, y en el peor de los casos son totalmente falsas y entrañan un peligro muy real. En la Unión Soviética, el ferviente deseo por defender aquello en lo que se creía, así como la obligación de obedecer y respetar la jerarquía de las figuras de autoridad, combinadas con la incompetencia y la imprudencia, llevaron a consecuencias terriblemente funestas. Y una vez que todo fue dicho y las culpas habían sido deslindadas, quedaba nuevamente la misma interrogante: ¿Cómo calificamos el peso de las mentiras? Podría ser en dinero gastado o tal vez en horas desperdiciadas, pero la realidad es que, muchas veces, termina contándose en vidas perdidas.

Imagen real de la zona del desastre

En Chernobyl hubo culpables que vemos como villanos y muchos de ellos, guiados por una burocracia rancia e intransigente, y motivados por el egoísmo, la ambición y el orgullo, generaron la catástrofe; y de entre estos responsables, muchos se encontraban en las más altas esferas de poder y deben ser señalados con mayor dureza, sin embargo, también resulta necesario que  recordemos a aquellas personas como Valery Legasov y los incontables ciudadanos de la Unión Soviética que dieron su vida y sufrieron martirios indescriptibles realizando esfuerzos voluntarios y conscientes para prevenir una tragedia miles de veces mayor. Por eso debemos honrar sus memorias y aprender de los errores del pasado, y ese el gran mérito de la serie, poner sobre la mesa un suceso histórico relevante que para la mayoría de las personas es un pensamiento secundario y desconocido, y en el caso de algunos más, es simplemente una broma de mal gusto para obtener algunas risas baratas.

Para mayor información, puedes escuchar el podcast oficial que cuenta con la participación del creador de la serie, y por supuesto, la mejor fuente es el libro documental Voces de Chernóbil, de la autora galardonada con el premio nobel Svetlana Aleksiévich, que recoge los testimonios de cientos de personas que vivieron en carne propia el desastre nuclear y sus consecuencias.

 

Por Javier LR, un extraño al que puedes encontrar en Twitter e Instagram.

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