Boyhood. La película que filmaron durante 12 años
Una de esas películas que te resistes a ver
Empecé a ver esta película con una ligera reserva debido a que lo más famoso de ella es que se filmó durante doce años, en diversos momentos entre el 2001 y el 2013, y la verdad es que no soy fanático de los proyectos que se basan en un gimmick para atraer espectadores, como tener un cast plagado de estrellas o que el protagónico sea uno de esos actores que suben treinta kilos para el papel. En cierto modo, creo que ese había sido un motivo subconsciente por el cual no había visto esta sonada película.
No importa cuando kilos subas si la película no es buena
Y pues es cosa que la semana pasada, mientras disfrutaba de mis breves pero bien ganados días de vacaciones decidí ver que me encontraba en Amazon Prime. Y por supuesto me encontré con Boyhood, película dirigida por Richard Linklater en la que se narra gran parte de la infancia y adolescencia de un jovencito llamado Mason, con saltos temporales en los que vamos viendo el crecimiento no solo de este sino de su hermana Samantha y de sus padres divorciados, Olivia y Mason padre, interpretados por Patricia Arquette e Ethan Hawke.
Cast de Boyhood junto al Director Richard Linklater
Hasta entonces la única película de Linklater que había visto era Dazed and Confused, una especie de oda juvenil que cuenta con cierto nivel de culto y en la cual debutaron futuras estrellas como Milla Jovovich y Matthew McConaughey, y aunque la encontré bastante entretenida y graciosa tampoco puedo decir que me haya encantado ya que me pareció un tanto, digamos, caricaturesca. Sin embargo, Boyhood era una de esas películas que por años había estado en mi radar pero que por algún motivo me había resistido a ver, así que decidí darle play a pesar de los más de 160 minutos que iba a tener que chutarme.
Dazed and Confused (1993)
La genialidad en la simpleza
La película empezó como imaginé, con una clásica familia de clase media baja gringa con los típicos problemas de economía y convivencia, y en medio de todo un chavito de siete años siendo solo eso, un chavito. Después de un rato empiezas a esperar que algo pase, y sí pasan algunas cosas pero son bastante mundanas como ver a los niños conviviendo de vez en cuando con su padre o a la mamá conociendo a un nuevo novio, todo esto mientras el pequeño Mason y su hermana van creciendo de manera gradual, casi imperceptible. Fue entonces cuando algo conectó.
Quizás estoy mal acostumbrado por la narrativa hollywoodense convencional y por eso estaba esperando un dramononón de aquellos, y aunque hay algunas escenas incómodas (en particular una impresionante con el abusivo nuevo esposo de Olivia), nada parece ir más allá de un mal día en la vida de estas personas. Es entonces cuando te das cuenta de que esa es la idea de la película, mostrar de la manera más fiel y representativa posible la vida de un jovencito normal, que como todos nosotros tiene momentos tristes y confusos, pero también algunos con esa enorme belleza que solo en la ingenuidad y pureza de la juventud son posibles experimentar.
Una vez que entras al mood que la película quiere transmitirte se convierte en un viaje fascinante. Si te dejas llevar es como si conocieras realmente a estas personas. Mientras más la veía más me sentía atrapado. Y cuando terminó me di cuenta de que en verdad había visto algo especial y que no habría sido posible sin el gimmick de filmarla durante doce años. Tuve que aceptar que mi instinto respecto a Boyhood estaba equivocado y con gusto reconozco que merece todos los galardones que recibió, en particular Patricia Arquette que es perfecta en un papel que podría funcionar como el protagónico si la peli se llamara de manera diferente.
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