La historia del pirata Barbanegra…

Publicado por Vorágine en

EL PIRATA BARBANEGRA

¿Piratas? ¿Realmente hablaremos de piratas? En realidad, hablar de piratas sería tan aventurado como hablar de los primeros tiempos en que el hombre empezaba a navegar, sin embargo, en todo tipo de costumbres, culturas y demás, hay un personaje que se destaca; en esta ocasión no solo hablaremos de piratería y bandolerismo marítimo, hablaremos también de uno de los más grandes piratas que se haya conocido… Barbanegra. Y es que éste personaje fue el último pirata del Caribe de la era clásica, fue icónico y se construyó una imagen tan espeluznante, que prácticamente la hacía el trabajo; mira La Historia del Pirata Barbanegra para robustecer tus conocimientos generales.

HACE 300 AÑOS

En el verano de 1718 se registraban los últimos atracos del memorable Barbanegra, de su vida previa a la piratería no se sabe mucho y hasta la fecha todo son conjeturas. Su nombre era Edward Teach, se cree que nació a finales del siglo XVII en alguna ciudad inglesa, además de que se sospechaba que Teach provenía de una familia bien acomodada, pues sabía leer y escribir y para ese entonces solo las élites lo hacían. Muy probablemente el joven noble probó las aguas del Caribe y la costa atlántica al enrolarse en la fuerza naval para servir a Inglaterra en aquellos tiempos, conjetura que provino del nombre que más adelante adoptó para su nave principal la “Queen Anne´s Revenge” (La venganza de la reina Ana). En realidad no se sabe mucho de su vida como Edward Teach, sin embargo, las hazañas que lo llevaron a la inmortalidad comenzaron en 1716, cuando ya conocido como Barbanegra hacía y deshacía a las órdenes de su capitán Benjamin Hornigold.

Dibujo de Benjamin Hornigold, capitán de Barbanegra.

¿QUIERES SER PIRATA?

Barbanegra tiene su primer registro en 1716, al lado de su jefe marino Benjamin Hornigold, quien lo tenía como su segundo al mando; Barbanegra tripulaba una balandra servida de seis cañones y setenta tripulantes, una tropa relativamente ligera, sin embargo, en conjunto con Hornigold y con ayuda del gobierno corrupto de Bahamas, Barbanegra se abrió paso fácil en la piratería, pues no solo destacaba por su lealtad, pericia y ferocidad, sino que su audacia al navegar era incomparable. Su propio capitán fue quien lo tuteló para que pudiera llegar a la capitanía, tanto de la balandra con la que contaba, como de la nave principal. Teach no podía disimular su alta cuna, pues enseguida se relacionaba con personajes como terratenientes o hijos de estos, lo cual para muchos confirma la teoría de que Barbanegra era de buena familia.

Edward Teach como Barbanegra.

TERROR EN EL MAR

En 1717, Barbanegra tuvo a su servicio a Stede Bonnet, conocido como “El pirata caballero” y de quien también fue un amigo cercano; al contar con ya doce cañones y un centenar de secuaces, Teach se pasó el otoño de ese año en un festín tras asaltar por lo menos quince embarcaciones en tan sólo tres semanas; poco después, en el mes de noviembre, Barbanegra realizó una de las más grandes hazañas para cualquier pirata, se apropió de “La Concorde”, una embarcación francesa que trasladaba de África a América a más de medio millar de esclavos para vender, sin embargo, Barbanegra logró apoderarse de este nuevo navío y rebautizarlo como “Queen Anne´s Revenge” sin siquiera tener que disparar una de sus 20 piezas de artillería. Para ese entonces Barbanegra ya comandaba una tropa de por lo menos doscientos cincuenta hombres distribuidos en cuatro embarcaciones, motivo por el que muchos creen que a principios de 1718, su todavía jefe, Benjamin Hornigold, decidió pasar el mando a Teach y retirarse de la piratería para vivir en paz gracias a la amnistía que el gobierno corrupto de Bahamas le había proveído.

“Queen Anne´s Revenge. Ilustración publicada en 1937.”

PIRATERÍA EN DECADENCIA

En 1713, las aguas del Nuevo Mundo se infestaron de piratas, era la edad de oro para estos personajes, hecho que obligó a Londres y otros países europeos a tomar mano dura contra estos vándalos de aguas saladas. Después de una década lograron erradicar cerca del 90% del total de los piratas que había, solamente los capitanes más temerarios se mantenían a flote y de asaltar más de medio centenar de embarcaciones al año, se registraban cifras de apenas media docena por año. Aún con esto, Barbanegra destacó sin duda alguna como el más espectacular, emancipado de su padrino del crimen y perseguido como nunca, se entregó a un frenesí de atracos, de los cuales incluían embarcaciones inglesas y francesas, sin distinción alguna. Así, Barbanegra logró un temible sobrenombre “El Gran Diablo” y es que, aunque no hay registros de que matase o torturase, tenía un temperamento de los mil demonios, y en una ocasión le disparó en la rodilla a su primer oficial solo para llamarlo a servicio; también se dice que si de manera “amable” las damas se negaban a entregar los anillos que portaban, él simplemente les cercenaba los dedos.

Bandera pirata de Barbanegra.

EL PIRATA HUMEANTE

Después de demostrar su valentía a todo el mundo al enfrentarse en un duelo naval contra todo un buque de guerra que montaba 32 cañones e infantes de marina profesionales, Barbanegra se estableció en la isla Ocracoke de Carolina del Norte, lugar en el que se echó al bolsillo al gobernador tras sobornarlo con parte de su botín, sin embargo, el gobernador corrupto no contaba con que al casi agotarse las reservas de Barbanegra, éste decidiera secuestrar a toda la ciudad entera de Carolina del Sur, siendo el golpe maestro del pirata, no solo por tu espectacularidad y duración, sino también por haber sido incruento, ya que no hubo necesidad de disparar un arma o derramar una gota de sangre, el estilo del pirata era tan profesional que iba dirigido a la intimidación, y es que solo bastaba ver la enormidad de su buque con la insignia de calavera  de demonio alzando una copa y un corazón empalado que ondeaba en su bandera negra para temblar de pies a cabeza; además, Teach era un hombre grande para ese entonces, media más de un metro ochenta y tenía una complexión fuerte, y no solo llevaba la barba larga y negra, sino que la trenzaba con cintas de colores que lo hacían ver como un salvaje, vestía completamente de negro y tenía un gusto por lo teatral, cruzándose en el pecho y la cintura tres pares de pistolas y una que otra daga; no contento con estar armado hasta los dientes, Teach portaba un sable a su derecha y un garrote a su izquierda y como cereza del pastel, adornaba su imagen con dos mechas de cáñamo que sujetaba bajo su tricornio (sombrero de pirata), las cuales ardiendo en fuego, humeaban tanto que parecía que Barbanegra salía del mismísimo infierno.

“El gran Diablo”.

Todo este despliegue escénico le hacía la chamba mucho más fácil al pirata y él lo sabía, nadie en sus cinco sentidos se enfrentaría a quien dirigía cuatro naves con más de cuatrocientos sicarios armados, por lo que la mayoría de sus víctimas entregaba sus pertenencias pacíficamente. Tras el bloqueo de Carolina del Sur, se convirtió en el enemigo número uno de Estados Unidos, así que Barbanegra se marchó a Carolina del Norte, las tierras de su socio corrupto. Pero para Teach la suerte no fue buena, pues las aguas de esas tierras no eran demasiado hondas y su nave principal encalló, así que no hubo más remedio que rescatar lo más que se pudiera del botín y abandonar la nave.

La Venganza de la Reina Ana. Nave principal de Teach”.

¿EL RETIRO?

Luego del accidente y de perder su Queen Anne´s Revenge, Edward Teach abandonó sus actividades de pirata, o eso pretendía… con ayuda de su amigo gobernador, logró que la Corona británica le otorgara un indulto, así que tras este hecho compró tierras y una casa, e incluso se casó por décimo cuarta vez, ahora con la hija de algún terrateniente, de apenas dieciséis años. Esta comedia duró poco menos de un mes, pues pronto regresó a hacer lo que mejor sabía ¡Ser un pirata!

TE HUBIERAS QUEDADO EN CASA

Teach no supo que esta última decisión lo llevaría directo a la muerte, pues en el estado vecino, Virginia, ya se preocupaban demasiado por él y ahora que se sabía de su regreso al mar no dudaron en ponerle fin. Las órdenes del gobernador de ese estado eran claras y precisas: ¡Capturar a Barbanegra, vivo o muerto! Virginia armó dos balandras con unos sesenta marinos de guerra cada una y los dotó de armas suficientes.

Corrían los últimos días de 1718 cuando Teach vio a las naves armadas de guerra aproximarse hacía él. El pirata retaba a la infantería y al teniente Robert Maynard, quien lideraba la horda de personas que iban tras su cabeza, sin embargo, las balandras oficiales encallaron en un banco de arena y para que no dijeran que Barbanegra era un cobarde, este ordenó a sus hombres remar y llegar al punto en donde se encontraba Maynard. Lo que sigue fue la única escena de Barbanegra parecida a lo que podemos ver hoy en día al ver cualquier película de piratas, un duelo a muerte en cubierta y a pleno sol. Tras matar a bastantes oficiales, el gran Diablo se enfrentó con el teniente Maynar y desataron lo que muchos llaman, una pelea de leones. Ambos dispararon al principio y aunque Teach fue herido de bala, continuó peleando hasta partir en dos el hierro de Maynard, pero justo en ese momento, antes de rematarlo, Barbanegra fue atravesado por la garganta con el sable de un marino que le apuntaba por la espalda. Como un verdadero diablo, el pirata continuó peleando, aunque cada vez más torpe, hasta que se desplomó sobre cubierta. Barbanegra había muerto.

Barbanegra y Maynard en duelo sobre cubierta.
Pintura de 1920 por Jean Leon Gerome Ferris.

UNA LEYENDA

Luego de que el pirata Edward Teach, mejor conocido como Barbanegra fuera examinado tras su muerte, se declaró que se encontraron cinco heridas de bala y veinte heridas de arma blanca en su cuerpo. El teniente Maynard ordenó decapitar al capitán pirata para cobrar una jugosa recompensa y echó su cuerpo al mar. La cabeza de Teach adornó una de las balandras hasta que se pudrió por completo. El reinado de este indomable pirata fue corto, dos años aproximadamente, pero fue tiempo suficiente para convertirse en una leyenda.

“La cabeza de Barbanegra en la embarcación de Maynard”,
Ilustración de 1837.

Este artículo fue hecho por AlexelJues. Abogado reptiliano y orgullosamente mexicano ¡¡Sígueme en twitter e Instagram para cosas geek!!

¡Y recuerda seguir a VORÁGINE en FacebookTwitter e Instagram, para que no te pierdas ninguna de nuestras publicaciones!


0 Comentarios

Deja un comentario

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *