Chaneques ¿Realidad o fantasía?
Había estado trabajado de manera seguida, sin días de descanso cuando perdí la noción del tiempo y llegó un puente de días inhábiles en los que realmente deseaba solo dormir.
Llegué a casa y recuerdo que me dejé caer sobre mi cama y me perdí en un profundo sueño.
De repente, ¡ya había amanecido!
Desperté, y sentí como junto a mi almohada había alguien brincando y diciendo: ¡Judith, Judith, despierta, despierta!
Abrí los ojos, mi cuerpo no respondía y me llené de pánico… ¿Quién está brincando junto a mí…?
De reojo ví unos zapatitos chatos, y un cuerpecito como de un niño de 3 años con pantalón azul y suéter rojo (como navideño); ¡Un niño! Pensé.
Levanté mi mano para tocarlo del brazo y al alzar la cara vi afilados dientes…
El susto me hizo parpadear, nadie además de mí, había en la habitación, ni en la casa; sólo las huellas de los piecesillos dibujados en la sábana.
¿Qué son los chaneques?
Algunos dicen que los chaneques (del náhuatl, “los que habitan en lugares peligrosos” o “aquellos que son dueños del hogar”), que son criaturas de la mitología mexica, que ríen como y con los niños, que son entidades asociadas al inframundo cuya principal actividad es cuidar los montes y los animales silvestres.
Según las creencias pueden tomar diversas formas de las cuales destaca el de pequeño hombre o mujer, dejan huellas blancas; esconden las cosas y hacen travesuras para asustar.
Estos seres habitan los bosques y las selvas, cuidan de los manantiales, los árboles y los animales silvestres. Se cree que son capaces de asustar a la gente y hacerles perder su tonalli, el espíritu asociado con el día de su nacimiento, lo que debe ser corregido con un ritual destinado a recuperar el tonalli perdido o la persona afectada puede llegar a morir.
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