Chespirito: Sin querer queriendo (2025). Chisme y nostalgia.

Queriendo queriendo
Roberto Gómez Bolaños es una figura querida por muchos y repudiada por algunos, pero con un legado mítico innegable e imposible de ignorar si se pretende entender al México del siglo XXI. La influencia de sus obras transcendió las fronteras geográficas y del entretenimiento, para convertirse en fundacionales de la modernidad latinoamericana.
Sin querer queriendo es la “bioserie” de Chespirito que estrenó HBO y que pronto se hizo viral y despertó cierta nostalgia entre los espectadores. En esta se narra la vida del comediante mexicano, pasando por su niñez y adolescencia, hasta llegar a su época de mayor auge en el ámbito del entretenimiento, de la mano de sus personajes más populares, como El Chavo, El Chapulín Colorado y el Doctor Chapatín, así como las apariciones de sus principales colaboradores como Rubén Aguirre, María Antonieta de las Nieves, Edgar Vivar, Florida Meza y Carlos Villagrán. Corrección, en lugar de estos dos últimos aparecen una tal “Margarita” y un tal “Marcos”.
					Momentos de inspiración
La historia se desarrolla en ocho episodios que se dividen entre el ascenso de Gómez Bolaños en la televisión y el progresivo deterioro de su matrimonio. Se trata de una serie sumamente entretenida que cuenta con buenas actuaciones y un casting excelente.
Lamentablemente tiene errores que la alejan de ser un producto de prestigio. Abusan tanto de los “momentos de inspiración” que se convierten en una parodia. También se cansan de mostrar cada idea genial del comediante siendo recibida con escepticismo, incluso cuando el tipo ya es sumamente exitoso y consolidado. Vamos, siempre el mismo cuento del triunfo contra toda adversidad.
					El hilo que mantiene el interés es la progresiva aparición de personajes clásicos y el drama romántico entre Chespirito, su esposa y “Margarita”. Pero estas tramas resultan insuficientes para mantener el buen ritmo y para los últimos dos capítulos ya se siente desgastado el tema, llegando al grado de repetir de manera incomprensible una escena de un episodio anterior en su totalidad.
Se puede decir que el principal gancho de la serie es ser morbosa, pues muestra al protagonista como un hombre torturado entre la lealtad a su esposa y la intrusa que amenaza con destruir a su familia, toda narrado en clave de chisme.
Control social
En Latinoamérica hay cierto consenso en el cariño que se profesa a la comedia de Chespirito. Sin embargo, su relación con México es un poco más complicada.
Roberto Gómez Bolaños fue un hombre de ideología conservadora y es bien conocido que su trabajo siempre anduvo de la mano de Televisa y el gobierno de México. Y estamos hablando de la época de la guerra sucia y la dictadura perfecta. Por supuesto, nada de eso aparece en la serie.
					Muchos han tachado de soso y estupidizante al humor blanco de Chespirito (como sin duda lo es), pero no se puede negar su genialidad, pues solo así se podría instrumentar como herramienta de control social.
En definitiva, esta miniserie es un producto sanitizado, un cuento de hadas inspirado en hechos reales que nos recuerda a las recientes películas “biográficas” de Freddy Mercury y Elvis Prestley, que están más interesadas en reescribir la historia que en ser veraces.
Venganza
Este biopic nace de los hijos de Gómez Bolaños y como tal, muestra cero sutileza y recato a la hora de caracterizar como villanos a Florinda Meza y Carlos Villagrán. O mejor dicho, a “Margarita” y a “Marcos”, mostrando a ésta como una mujer voluntariosa pero también como una arpía destruye hogares, y éste como un tonto vanidoso, omitiendo intencionalmente mostrar su talento. Esto resulta en una especie de juicio mediático sin derecho de réplica, ante un público convertido en jurado que está más que acostumbrado a ejercer odio y misoginia como si se tratara de un juego en esta era de las redes sociales.
Y esa es la peor característica de Sin querer queriendo, que se trata de una serie entretenida, pero morbosa y vengativa. Y en palabras del gran Ramón Valdés: “La venganza mata el alma y la envenena”.
					
													
													
													
0 Comentarios