Así sucedió
El día que comí pan de muerto. Un paseo por Oaxaca y sus fantasmagóricos rincones
El día que comí pan de muerto Había oscurecido y el equipo de encuestadores con los que estaba laborando aún no encontraba gente que llenara el perfil y que además quisiera cooperar, para colmo todos en el equipo tenían hambre y el pueblo en el que estábamos era suficientemente Leer más…