Hojecer

Sakura, bella e inocente, aguardaba el regreso de su esposo. El viento soplaba, y parecía que decía: – ¡Niña mía! él ha muerto. Prometió regresar, antes de los retoños del cerezo, y éste ahora es más grande que la casa. – Años habían pasado y Sakura dudaba si quitarse la Leer más…