El amor que no se va

La reseña literaria del día es sobre la novela corta titulada “Llamadas de Ámsterdam” del reconocido escritor Juan Villoro. Un libro que se lee en una sentada, ideal para mitigar la espera de esa amiga impuntual o para sumergirte en una realidad más agradable que la de la pandemia o la rutina diaria.

Lectura para dominguear

¿De qué va?

Situado en La Condesa, específicamente en la ultra conocida avenida Ámsterdam, este relato nos habla del amor, de la separación, de los recuerdos y de los embates de la vida.

Juan Jesús, un diseñador gráfico con aspiraciones a pintor, protagoniza una serie de llamadas telefónicas que lo remiten a su vida con Nuria, su exesposa, a quien observa desde un teléfono público en la esquina de la calle Ámsterdam.

Juan Jesús no solo ve la silueta de Nuria reflejada en la ventana de su departamento sino que al escuchar su voz se traslada a todos esos momentos que marcaron su relación: el inicio, los detalles cotidianos, sus trabajos, la familia Benavides, y claro, la inevitable ruptura.

El apego de Nuria hacia su padre es un misterio cuya resolución se deja al criterio del lector, un detalle provocativo que aunque no se desarrolla ampliamente marca gran parte de la personalidad de Nuria y del desasosiego de Juan Jesús.

Llamadas esporádicas al pasado, a una tenue confesión que nunca pudo descifrar ni olvidar. Juan Jesús recapitula su relación con Nuria y se pregunta cómo es su vida sin él, con tanta distancia de por medio.

Finalmente, la despedida bajo la lluvia.

Impresiones

Publicado en 2003, “Llamadas de Ámsterdam” es un texto ameno, disfrutable en cualquier momento que se lea.

Las llamadas a teléfonos fijos son un ritual que pocos recuerdan. Los teléfonos públicos, cajitas metálicas que ya nadie usa y que son casi una reliquia o al menos un objeto olvidado entre las calles aparecen en esta historia como puente entre la indecisión y la nostalgia.

La Roma y La Condesa, barrios cosmopolitas del otrora Distrito Federal, son el escenario de fondo en el que Juan Jesús transita hacia el reencuentro con Nuria y con su añorado viaje a los Países Bajos. Cuando vuelvan a recorrer esta zona seguramente pensarán en los personajes de Villoro.

CDMX Foto de Andre en Pexels

“Llamadas de Ámsterdam” me pareció más un cuento largo que una novela y aunque es un relato muy breve me parece que puede generar diversas reflexiones sobre la comunicación interpersonal y los enigmas que envuelven a todas las personas, en especial a las más íntimas, de las que no llegamos a conocer todo aunque el tiempo nos engañe con esa falsa percepción.

Si aún no han leído esta novela les aseguro que tendrán una buena dosis de entretenimiento y quienes ya la conozcan querrán releerla por el puro gusto de sumergirse en una buena historia.

Por Patricia Munguía Correa, ¡síguela en twitter o en Instagram!

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