Joker: Folie à Deux. Análisis (con spoilers)
ADVERTENCIA: Este artículo contiene SPOILERS, por lo que recomendamos ver la película antes de continuar con su lectura.
Locura de dos
Joker: Folie à Deux (2024) retoma los eventos de Joker (2019) y muestra las consecuencias de los actos cometidos por Arthur Fleck, las personas asesinadas y los sobrevivientes, su encarcelamiento en una prisión de tintes kafkianos y el nacimiento de Joker como alter ego personal y símbolo cultural.
La dicotomía Arthur/Joker se ilustra con momentos cargados de simbolismo, como el de Arthur siendo perseguido por su doble o el número musical animado con el que arranca la película, que es el primero de varios que desarrollan el enamoramiento de Arthur por Harleen y no interfieren demasiado con el filme, que tiene un tono crudo y realista.
Arthur
Arthur Fleck es una persona con marcadas neurodivergencias, quien es entregado a un sistema judicial que amenaza con devorarlo. Es una eterna víctima y su destino es terminar aplastado por la justicia, los medios, la sociedad y sus propios seguidores, obsesionados solo con el personaje engendrado en un grito de desesperación. En Joker 2 Arthur se atreve a soñar con el amor, solo para ver su fantasía destruida.
Harleen
Cuando el panorama es más oscuro para Arthur aparece Harleen, la única persona que parece entenderlo y quien le hace recordar el oscuro triunfo que fue la violencia desatada de Joker. Así, las fantasías románticas de Arthur parecen volverse realidad en un idilio musical.
Sin embargo, Harleen es el verdadero villano de este filme. Es alguien que proviene de la riqueza y eso es notorio en el hecho de que es el único personaje que parece poder hacer lo que se le antoje. Ella forma parte de la misma minoría privilegiada que es denunciada en Joker 1 y seduce a un vulnerable Arthur, quien incluso despide a su abogada (la única persona que en verdad está de su lado) cuando esta le advierte que Harleen lo está usando.
El climax sucede cuando Joker es derrotado moralmente en el estrado frente a Gary, para después sufrir la crueldad del abuso de Arkham, y el homicidio de un inocente que lo idolatraba. Así, Arthur termina por quebrarse y renunciar a ser Joker. Es entonces cuando acude a Harleen como su última esperanza, solo para ser desechado, porque ella representa a las personas que idolatran a Joker y no les importa Arthur (dentro y fuera de la pantalla). El pobre Arthur Fleck nunca le importó a nadie. Gana el mal.
Vivimos en una sociedad
Joker 1 es una denuncia a los males de la sociedad, mientras que Joker 2 es un comentario sobre la glorificación de la violencia. Ambas películas son absolutamente realistas y congruentes entre sí. Arthur Fleck nunca fue un genio criminal, sino una víctima más de un mundo despiadado. A título personal, me sentí muy triste por el final del pobre Arthur, que era el único que podía tener.
En contraposición, Joker representa la explosión violenta de los oprimidos, por eso resulta tan atrayente su ideología. Pero Arthur nunca quiso iniciar un movimiento, ya que no tiene la capacidad ni los medios y en fondo no es una persona cruel.
Joker 2 es fiel a sus principios fundamentales y por eso es incompatible con los típicos finales optimistas hollywoodenses. Es encomiable que no se haya comprometido la integridad artística de esta obra, que es brutal cuando pone el premio frente al espectador (Joker escapando e iniciando una carnicería vengadora) solo para arrebatárselo y aplastarlo. La película tiene que dejar un sabor amargo para tener sentido, aun sabiendo que será repudiada por un público acostumbrado a las historias fáciles.
Esa mentalidad del público es uno de los males señalados por Martín Scorsese como consecuencia del cine moderno hipercorporativo, por eso no sorprende que dos de sus obras seminales, Taxi Driver (1976) y King of Comedy (1982), hayan sido una gran inspiración para la historia de Joker, que incluso hace bien lo que estás obran no se atreven, ya que ambas tienen epílogos tan optimistas que resultan fantasiosos y no cuadran con sus oscuras premisas.
La glorificación de la violencia
Es un hecho que gran parte del público está odiando Joker 2, y eso es consecuencia de haber sacado el mensaje equivocado de la primera película, lo que está causando una disonancia cognitiva entre los espectadores, al no saber lidiar con una película retadora y que exhibe su propia villanía.
Y este enojo se ha expresado como un berrinche colectivo que, paradójicamente, comprueba que la película tiene razón, y como sociedad, solo nos importa la violencia, pisoteamos a los débiles y despreciamos el amor.
Tragedia necesaria
Muchas persona asumen que Joker 2 es una mala película, pero esa es una confusión.
Para explicar podemos mencionar a la película de Mario Bros. (2023) que no es de mi gusto, debido a su humor estilo minions y su narrativa sumamente básica, sin embargo, no significa que sea mala, ya que es lo que pretende ser y funciona a la perfección. Del mismo modo, Joker 2 funciona a nivel lógico y narrativo de manera impecable, aunque no nos entregue la fantasía violenta que deseamos.
Vale la pena recordar el hate que recibieron en su momento las precuelas de Star Wars, que fueron una deconstrucción del mito fundacional de la trilogía original, desatando con esto la ira de un público que no podía aceptar una narrativa más sofisticada en una saga que entendían como una simple fantasía de rayos láser y naves espaciales. Pero el tiempo reinvidicó a las precuelas y cabe esperar que una vez que disminuya la rabieta se verá a Joker 2 por lo eficiente y necesaria que es y podrá ser disfrutada como una pieza trágica.
Su fracaso económico podrá significar que no sirve como mercancía de consumo, pero incluso eso la valida ante la patente superficialidad del publico en el que nos hemos convertido.
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