Dave Chappelle vs Chris Rock ¿El día que murió la comedia?
Hoy hablarémos de dos casos paradigmáticos que sirven para contrastar posturas en torno a lo que está permitido en la comedia. Nos referimos al escandaloso especial de Dave Chappelle y al infame bofetón que le recetó Will Smith a Chris Rock.
¿Qué hizo Dave Chappelle?
En octubre de 2021 se estrenó en Netflix el especial de Dave Chappelle titulado The Closer, que el comediante dedicó en su mayor parte a la comunidad transgénero.
Su monologo inicia narrando varias de sus experiencias negativas con personas lesbianas y trans, así como hablando de una ley que obligaba a las personas transgénero a utilizar baños públicos según su sexo de nacimiento. Pero el segmento más controversial llega cuando Chappelle afirma que el género es un hecho biológico, se llama a sí mismo transfóbico y se ostenta como team TERF (Feminista Radical Trans-Excluyente). Todo esto mientras descalifica el sufrimiento de la comunidad trans en comparación con el de los afroamericanos. Al final, Dave menciona la amistad que tuvo con la comediante transgénero Daphne Dorman.
En aras de la objetividad, te invitamos a ver el especial completo en Netflix
Para sorpresa de nadie, estos comentarios fueron considerados transfóbicos y la primera persona en alzar la voz fue Terra Field, una empleada transgénero de Netflix que denunció por twitter el daño que provocan discursos como el de Chappelle a las personas transgénero, que se encuentran en particular riesgo de ser víctimas de homicidio y tienen una de las mayores tasas de suicidio.
I work at @netflix. Yesterday we launched another Chappelle special where he attacks the trans community, and the very validity of transness - all while trying to pit us against other marginalized groups. You're going to hear a lot of talk about "offense".
— Terra Field (@RainofTerra) October 7, 2021
We are not offended 🧵
Trabajo en Netflix. Ayer lanzamos otro especial de Chappelle en el que ataca a la comunidad trans, y a la validez misma de ser trans - todo mientras intenta ponernos en contra de otros grupos marginados. Van a escuchar un montón de plática sobre "estar ofendidos".
No estamos ofendidos.
Field fue suspendida cuando entró sin permiso a una reunión ejecutiva y el CEO de Netflix, Ted Sarandos, defendió públicamente el especial como un ejemplo de libertad de expresión.
Está postura de Netflix causó un paro de labores por parte de un numeroso grupo de empleados, apoyados por activistas contra la discriminación. Estos manifestaron que su finalidad no era cancelar a Dave Chappelle, sino demandar mayor apoyo a contenido diverso en la plataforma y agregar un disclaimer al inicio del especial que advirtiera sobre el contenido transfóbico a los espectadores.
Netflix estaba en el ojo del huracán y Sarandos admitió que no había tenido el tacto adecuado para manejar la situación, aunque reiteró el apoyo a Chappelle y a su especial, que ya era lo más visto en la plataforma
¿Y a todo esto, qué dijo Dave Chapelle? El comediante lanzó un videomensaje con tono sardónico en el que afirmó estar dispuesto a conversar con los ofendidos, siempre y cuando fuera bajo sus condiciones. Además, no perdió la oportunidad de victimizarse, a pesar de los 60 millones de dólares que le pagó Netflix. Y está de sobra decir que no pidió disculpas.
¿Qué hizo Chris Rock?
Chris Rock presentaba la categoría a Mejor Documental en los Oscares 2022, haciendo una rutina cómica enfocada a las estrellas de Hollywood, como es tradicional en esta ceremonia, cuando se le ocurrió aventarse una broma a costa de Jada Pinkett Smith, esposa de Will Smith:
“Jada, te quiero ¿G.I. Jane 2? No puedo esperar para verte ahí ¿ok?”
Inicialmente se vio reír a Smith, mientras que Jada mostraba cara de disgusto, a lo que Rock mencionó que solo era una broma. Acto seguido y para sorpresa de todos, Will Smith subió al escenario con postura rígida y se dirigió velozmente hacia el presentador quien, visiblemente sorprendido, reaccionó poniendo sus manos detrás de la espalda. Acto seguido, el Príncipe del Rap procedió a propinarle tremendo cachetadón al comediante, quien quedó pasmado ante el hecho, a lo que Will dio media vuelta y regresó a su asiento. Tras esto se dio un breve intercambio entre ambos:
Rock -Will Smith me acaba de abofetear…
Smith -¡Mantén el nombre de mi esposa fuera de tu maldita boca!
Rock -Wow, hombre. Fue una broma de G.I. Jane.
Smith -¡Mantén el nombre de mi esposa fuera de tu maldita boca!
Rock -Lo haré, ok.
Para quien no tenga contexto de la broma, G.I. Jane fue un filme de los noventas célebre por ser protagonizado por una Demi Moore que lucía la cabeza a rape. Jada Pinkett decidió raparse la cabeza tras revelar que padece alopecia, una enfermedad autoinmune que causa una pérdida anormal del cabello.
Este suceso desató un intenso debate en redes sociales, con reacciones que básicamente se encuentran en una de dos posturas: Por un lado están quienes aplauden a Smith por defender a su esposa de lo que consideran una burla a su condición médica. Por otro se encuentran quienes descalifican la violencia física y verbal que ejerció el actor contra el comediante.
Es muy interesante observar que muchas mujeres afirman que esa es la forma en que desean ser defendidas por sus parejas y a su vez los varones señalan que así es como debe actuar un hombre cuando ofenden a su familia.
Tampoco podemos perder de vista que muchos comediantes han salido a apoyar a Chris Rock, ante lo que consideran una agresión que los afecta a todos, y relatando sus propias experiencias al tener que enfrentarse con público hostil.
Evidentemente la postura oficial de la Academia fue pronunciarse en contra de la violencia, pero también fue muy criticada por permitir que la ceremonia continuara como si nada, y minutos después entregar el Oscar a Smith, quien lo recibía entre aplausos y con lágrimas en los ojos.
Análisis de Dave Chappelle
Al analizar fríamente el especial de Dave Chappelle es muy difícil no deconstruirlo como hate speech disfrazado de comedia. Decir que todo es broma es el argumento infalible para quitarte la responsabilidad de tus palabras y blindarlas contra cualquier intento de crítica. Pero recordemos que la comedia también es una forma de transmitir ideas y posturas, por lo que también es susceptible de ser criticada.
Chappelle ha mencionado que no tiene problema con nadie, excepto con los blancos privilegiados, lo cual se refleja en la comedia sobre racismo que lo catapultó a la fama y lo ha hecho objeto de merecidos reconocimientos. Pero entonces cabe preguntarse: ¿Su comedia contra el racismo es en serio pero su comedia contra el LGBTQ+ no lo es?
Tampoco ayuda ese aire de superioridad que adopta en todo momento. Sí, todos sabemos que Dave Chappelle es un tipo brillante, pero se vanagloria tanto que raya en lo engreído.
Es inverosímil que todo lo que manifiesta no sea lo que cree en realidad, más cuando parece estar más interesado en predicar que en hacer reír. Hay bromas, claro, pero son casi un asunto secundario. De nuevo, Chappelle es muy inteligente y lo primero que te dirá si lo criticas es que no entendiste el chiste.
En esta saga es esencial la historia de la comediante trans Daphne Dorman. Chappelle se avienta una perorata medio esquizofrénica sobre ella, pasando constantemente del halago a la burla, para terminar diciendo que era su amiga y lo había defendido en twitter cuando fue atacado por la comunidad trans. Trágicamente, eso sucedió días antes de que Dorman se quitara la vida.
Incluso la familia de la fallecida comediante respaldó a Chappelle, pero lo importante aquí es la manera en que el comediante utiliza su historia: Primero pretende probar que no es transfóbico por tener una amiga trans. Así es, justo como el blanco que dice tener amigos negros antes de empezar a hacer comentarios racistas. Pero además llega lo bastante lejos como para sugerir que los ataques de la comunidad trans hacia Dorman fueron lo que la llevó al suicidio. Uno no puede evitar sentir que Chappelle falta al respeto a la memoria de Dorman al utilizarla como un arma para atacar a una comunidad con la que alega no tener ningún problema.
Es imposible negar que Chappelle se conduce derogatoriamente hacia las mujeres y la comunidad LGBTQ+, y siempre tiene a la mano la carta racial para defenderse, como si ser miembro de una minoría le diera el derecho automático de degradar y descalificar a otras. Lamentablemente deja de lado el hecho de que muchas mujeres trans también son afroamericanas.
Astutamente y previendo el efecto que tendrá su discurso, Dave Chappelle se va también contra la cultura de la cancelación, que describe como una forma de quitarle a alguien su sustento de vida (Algo que no tendría que preocuparle demasiado con los 60 millones que se embolsó). Y claro, la cancelación es un asunto muy criticable, pero al final lo arruina aventándose la puntada de defender, medio en broma y medio en serio, a DaBaby.
No, la respuesta no es cancelar y censurar a todos, pero lo cierto es que sí vas a expresar tu opinión públicamente debes estar dispuesto recibir crítica y a que algunos elijan libremente ya no consumir tu producto.
Finalmente, Chappelle dice que no volverá a hablar de esta comunidad, pero se marcha entregando un manifiesto que sirve de propaganda y piedra angular para quienes están dispuestos a atacarlos incluso con violencia letal. Y Dave es demasiado inteligente como para no saberlo.
Análisis de Chris Rock
Chris Rock hizo mofa de la apariencia física de una mujer en un show que se transmitía en vivo alrededor del mundo. Para condimentar ese platillo de mal gusto, la apariencia de dicha mujer es producto de una enfermedad crónica. Y para rematar, el propio Chris Rock hizo un documental en el 2009 que retrata como la cultura norteamericana históricamente ha estigmatizado a las mujeres afroamericanas por su cabello.
Ahora, en defensa de Rock, el comediante manifestó a posteriori que no sabía de la enfermedad de Jada, lo cual es dudoso pero no podemos saber si es verdad.
En cuanto al set up de la broma, no podemos ignorar que antes de hacerla le aclaró a Jada que la quiere, lo que se traduce como: “Atención, voy a hacer una broma a costa tuya, pero no es personal”. Además ya había hecho un montón de bromas sobre otros actores, como Javier Bardem y Penélope Cruz, quienes no reaccionaron arrojándose al cuello del comediante.
Otro punto importante: ¿Es buena broma? No realmente, es bastante mediocre y tiene una referencia anticuada. Pero ¿Tiene sentido? Contextualmente hablando, sí. Estamos en una premiación que celebra al cine gringo, por lo que no está fuera de lugar referenciar una película memorable de su industria.
Pero la pregunta clave es: ¿Qué tan ofensiva es la broma? La verdad, muy poco. La compara con el personaje interpretado por Demi Moore que, seamos honestos, al igual que Jada, seguía siendo hermosa, aún con la cabeza rapada. Ok, esa apariencia es causada por una enfermedad que parece causar un gran pesar a Jada, pero si nos vamos a la ruleta de las enfermedades crónicas que te pueden tocar, tener alopecia está muy (pero muy) lejos de ser la peor suerte. Y tampoco lastima ser una estrella de cine multimillonaria.
Tal vez la broma debería haber sido sobre lo delgada que es su piel, más que su cabello.
Pero bueno, todos tienen derecho de ofenderse por lo que quieran ¿Cierto? Pues no exactamente. Aquí llegamos a una discusión subjetiva y llena de preguntas como ¿En qué punto la comedia rebasa el límite? ¿Quién o qué parámetros determinan el exceso? Si puedes enojarte por lo que sea ¿Es posible seguir haciendo comedia? ¿Cuál es la reacción correcta ante una broma ofensiva? ¿Hacer comedia es ejercer la libertad de expresión?
Y podríamos seguirnos así, pero la idea es categorizar el incidente Smith-Rock, y lo que destaca es la reacción de Will, quien le pegó un cachetadón a Rock y después le gritó en tono violento y amenazador. Posteriormente, durante su discurso de aceptación, rompió en llanto y pidió disculpas. No a Chris Rock, sino a la Academia, a sus colegas y al auditorio.
¿Saben quién más pega y después llora? Los niños muy pequeños, de dos o tres años. Es entendible, son chiquillos que aún no saben cómo lidiar con sus emociones y necesitan crecimiento y educación para aprender a controlar sus impulsos, coexistir en una sociedad diversa y entender que las cosas no siempre serán como ellos quieren.
¿¡Pero Will Smith!? ¡El señor tiene más de cincuenta años, es uno de los más grandes actores de Hollywood y el mundo lo trata como un Dios entre los mortales!
Ya viéndolo así, tal vez sí tiene sentido que hiciera una rabieta de niño malcriado para demostrar que nadie le va a faltar al respeto humillando a su mujer-propiedad.
Sí, no se nos escapa ese argumento de que “¡Si te metes con mi familia te parto tu madre!”. Una máxima que todos los que nos hacemos llamar hombres debemos seguir, porque si no lo haces es porque eres un cobarde. Pero si tú, amable lector, suscribes esa noción ¿Entonces defiendes a tu familia porque te importa tu familia o porque no puedes permitir que te digan cobarde?
No podemos ignorar el hecho de que una broma de mal gusto, por insignificante que sea, puede pegarnos en un punto débil ¿Pero la respuesta debe ser violencia en automático, sin importar el grado de la ofensa y aun cuando eso pueda generar una escalada de violencia? En el caso que nos atañe, cabe pensar que alguien con los recursos de Smith podía haber recurrido a muchas otras opciones para reclamar la conducta de Rock, quien sin duda habría tenido que pedir disculpas.
La actitud tomada por el actor es reminiscente a esa vibra ególatra que emana de sus antecedentes, como cuando forzó el despido de la actriz que interpretaba a la tía Vivian en El Principe del Rap, o con su tendencia a interpretar puros papeles de auto-engrandecimiento, al grado de que Quentin Tarantino tuvo que renunciar a trabajar con él en Django Desencadenado porque Smith quería cambiar el guion para hacer a su personaje más heroico.
¿Y en cuanto a Jada? Bueno, habla mucho de su vanidad el no poder reírse de sí misma con una broma tan tibia, pero habla más que se la haya captado riendo después del golpe propinado por su marido a Chris Rock.
Comparación entre Dave y Chris
Ambos comediantes ofendieron a alguien con sus rutinas cómicas, pero si las comparamos es totalmente claro que no son lo mismo. En su búsqueda de unas risas baratas, Chris Rock hizo una broma de mal gusto, pero no hizo un discurso de odio contra las pelonas. Mientras que Dave sí que rebasa la comedia en sí misma para predicar una forma de pensamiento que indudablemente sirve de apología de la violencia que se ejerce contra la comunidad transgénero. Y verlo de otro modo es estar en franca negación.
A la hora de comparar los casos también se observa un fenómeno muy interesante que se da entre la gente que apoya a uno y a otro. A Chappelle lo apoyan muchos de los que están contra la cultura de la cancelación y defienden la libertad de expresión ante la generación de cristal. Pero curiosamente muchos de ellos son los mismos que están de acuerdo en que un hombre debe comportarse como Will Smith cuando alguien se mete con ellos. Lo paradójico es que primero su postura es que hay que aguatarse todo y no ser chillones, pero cuando el ataque de la comedia va en contra de sus valores, ahí sí vale enojarse.
El conflicto parece estar en la forma de responder a la ofensa. Si te ofenden es incorrecto quejarte y exigir que te restituyan en tus derechos, porque eso te hace ser un llorón. En cambio, violentar a quien te ofende es lo correcto porque eso te hace ser todo un hombre.
Sabemos que si en vez de Will Smith hubiera sido otro el que le recetara tremendo guamazo a Chris Rock tal vez la Academia no habría sido tan permisiva ¿Pero quienes defienden a Smith también defenderían a una persona transexual o a su pareja si esta se hubiera subido al escenario de Dave Chappelle a golpearlo?
Los derechos no son selectivos, no podemos pedir que se defiendan los nuestros, pero al mismo tiempo decir que está bien que se atropellen los de los demás.
Will Smith ha pedido disculpas directamente a Chris Rock y ha renunciado a su lugar en la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas en un intento por salvar su carrera, pero también en lo que podría ser un verdadero acto de reflexión y arrepentimiento. No podemos saberlo a ciencia cierta, pero siempre debemos estar abiertos a la redención.
Es indudable que todos tenemos derecho a ser respetados en nuestros derechos y sentimientos, pero eso no significa que podemos ofendernos arbitrariamente de todo lo que se nos antoje. La comedia es un arte necesario para la sociedad y además es una cosa seria que ha sido objeto de estudio de destacados pensadores como Freud, Schopenhauer, Wilde, Hobbes, Aristóteles y, por supuesto, el gran Russell Brand.
Como reflexión final hay que decir que la libertad de expresión tiene límites, y aunque parece una contradicción, se trata de algo necesario en nuestro mundo diverso, ya que no todos pensamos igual. Cuando algo nos ofende, no se trata de cancelar ni de ir a romperle la madre a nadie, sino de ser capaces de dialogar y visibilizar las consecuencias, positivas y negativas, de la comedia.
El desenlace
Dave Chappelle continúa diciendo que es una víctima de la cancelación, aunque acaba de firmar otro jugoso contrato con Netflix para producir cuatro especiales más. Mientras que tras el incidente del sopapo, los boletos para el tour de Chris Rock se han disparado hasta los cielos.
Así que todos felices y nadie aprendió nada.
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