2001: Una odisea espacial. Arthur C. Clarke

Publicado por Patricia Munguía en

Ciencia, literatura e imaginación

La obra literaria más emblemática de Arthur C. Clarke (1917-2008) es, sin lugar a dudas, “2001: Una odisea espacial” (1968), conocida, en mayor medida, por la película homónima, dirigida por Stanley Kubrick a finales de la década de los 60, en la cual el científico británico participó como guionista.

A diferencia de lo que suele ocurrir con los binomios libro-película, el filme de 1968, protagonizado por Keir Dullea, fue el primero en llegar al público, por lo que en no pocas ocasiones se dice que la idea original fue de Kubrick, sin embargo, esto es falso. 

Aunque se había planeado que ambos productos culturales se publicaran al mismo tiempo, se desconocen las razones de que no ocurriera así.

La ciencia, una maravilla de la humanidad

Arthur C. Clarke escribía textos científicos y de divulgación científica, por lo que no es de extrañar que al dar el salto a la literatura, se decantara por la ciencia ficción, un género que aderezó con todos los conocimientos que poseía.

El bagaje con el que contaba el autor contribuyó a dotar sus historias de veracidad, además, le permitió vislumbrar con gran precisión distintos avances tecnológicos y científicos que hoy en día son una realidad, como la tableta digital, las videollamadas y la asistencia virtual a través del uso de la inteligencia artificial, por destacar solo algunos ejemplos puntuales del libro que se comenta. 

HAL 9000 es quizá la referencia más popular en la cultura pop, personaje al que se alude en el capítulo House of Whacks de los Simpsons; en el largometraje Wall-E; en el episodio 81 de la caricatura Animaniacs; y en el 128 de Phineas y Ferb, entre muchas otras producciones que han deseado homenajear así, uno de los relatos más innovadores del siglo XX.

¿De qué va?

En la zona de la eterna noche lunar, miembros de la estación satelital han descubierto un enorme monolito enterrado; al extraerlo, el misterioso dispositivo emite una señal que pone en alerta a toda la comunidad científica.

Resultado del enigmático suceso, Dave Bowman, Frank Poole y su ordenador inteligente HAL 9000 se lanzan en una misión interestelar en la nave denominada Discovery, con el objetivo de aterrizar en Jápeto, una de las 146 lunas de Saturno, lugar del que supuestamente proviene la señal.

La misión ya es riesgosa de por sí, sin embargo, se vuelve en extremo peligrosa cuando HAL 9000 cobra consciencia de sí mismo y comienza a seguir sus propias directrices, con un propósito que nunca se nos revela.

Entonces, comienza una lucha entre el ser humano y la inteligencia artificial por la supervivencia de dos formas de vida que dirigen todas sus energías hacia el encuentro con una entidad inescrutable.

El final es una joya que no les voy a arruinar con spoilers, pero que invita a la reflexión sobre el propósito de la vida y de la existencia de la humanidad.

2001: Una odisea espacial. Arthur C. Clarke

¿Por qué lo recomiendo?

El primer capítulo, “La noche primitiva”, ofrece un interesante contexto del origen del monolito y su posible injerencia en el desarrollo de la humanidad, del que no daré más detalles porque vale la pena leerlo. Aunque al principio parezca no tener demasiada relación con la historia principal, es información crucial para el desarrollo de la misma.

Muchas de las situaciones planteadas en el libro me transportaron a escenas de la película Interestelar (2014), del cineasta Cristopher Nolan, sobre todo el último capítulo, mi parte favorita de la historia, y aquellas relacionadas con el funcionamiento de la gravedad y su influencia en el flujo del tiempo.

Es una lectura amena, narrada con claridad y sencillez, en la cual el autor explica diversos fenómenos físicos y científicos, asimismo, expone problemas filosóficos inherentes a la búsqueda del conocimiento y a la exploración espacial.

Una última nota

Disfruté cada página del libro, sin embargo, hubo temas y personajes de los que me hubiera gustado saber más, como TM1, un elemento que aparece en Saturno, pero que no se sabe qué es, de dónde viene, ni cuáles son sus intenciones, motivaciones o propósitos.

Aunque HAL es el villano de la historia, en realidad no tiene tanto protagonismo como esperaba. En mi opinión, las características de eficiencia e inteligencia extremas que el escritor le otorga a esta máquina no corresponden a sus acciones dentro del relato.

Arthur C. Clarke continuó la saga con los libros 2010: odisea dos (1982); 2061: odisea tres (1987); y 3001: odisea final (1997). 

El libro que adquirí para esta reseña es de editorial Debolsillo, del año 2023, con 240 páginas que te devorarás una tras otra. 

Por Patricia Munguía Correa, ¡síguela en twitter o en Instagram!

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